El Arosa tuvo ayer varias noticias positivas y una negativa. Las positivas son los tres puntos de la victoria ante el Silva, que Sylla vuelve a ver puerta, la efectividad de cara a puerta del equipo y el juego desplegado, que en algunos momentos fue bastante vistoso ante un rival muy complicado cuando actúa como foráneo. La mala noticia es la lesión que sufría Manu Rodríguez cuando el encuentro entraba en su recta final. El mediocentro arlequinada recibía un golpe en la rodilla que, a falta de las pruebas médicas, apunta a una grave lesión, con rotura de ligamento.

Rafa Sáez, técnico del Arosa, insistió durante toda la semana sobre la necesidad de conseguir un resultado que sirviese para levantar el ánimo del Arosa. Ese discurso caló en sus jugadores, que desde el primer minuto, salieron a hacerse con el partido ante el complicado Silva. Apenas había transcurrido un minuto de juego cuando Sylla ya lanzaba el primer aviso de lo que pasaría después. El delantero senegalés no llegaba por centímetros a un centro desde la izquierda.

Los arlequinados se fueron haciendo poco a poco con el balón y obligando al Silva a recular hacia su área. Chiqui y Luis García n o acertaban a superar a Damián y dejaban abierto el partido para que el Arosa volviese a sufrir el mal de esta temporada, encajar primero. Pudo pasar, pero el centro chut desde la banda derecha fue desviado con acierto por Manu Táboas y ningún delantero del Silva estuvo hábil para aprovechar el rechace.

Del que podía ser el 0-1 se pasó al 1-0 en una jugada por banda derecha en la que Javi Otero puso el balón en el corazón del área para que Sylla volviese a marcar. El delantero senegalés y máximo artillero del Arosa estaba atravesando una sequía goleadora, lo que resentía a la escuadra vilagarciana. Aunque los visitantes se estiraron, apenas gozaron de ocasiones ante un Arosa que estaba bien plantado en el terreno de juego. El primer tanto del Arosa descubría una grieta importante en la banda izquierda del Silva, grieta que Javi Otero y Carlos Torrado no dejaron de explotar. Así fue en el segundo tanto, en el que el lateral apuró hasta la línea de fondo para poner el balón al corazón del área, donde volvió a aparecer Sylla para fusilar a Damián.

La ocasión más clara del Silva llegó prácticamente a continuación, en una jugada donde Marcos Gómez le comió la tostada a Pacheco y se plantó solo ante Manu Táboas, pero del meta local le aguantó perfectamente y repelió el disparo en el mano a mano, permitiendo a su equipo llegar al descanso en clara ventaja.

Un disparo lejano de Joni fue el tímido intento del Silva de acercarse en el marcador, antes de que Bardanca decidiese cambiar por completo la estructura de su equipo y meter en el campo a Souto, Pedrito y João Paulo con el objetivo de tener más mordiente arriba.

Pero fue el Arosa el que pudo marcar, en un centro de Chiqui que se acabó envenenando cuando ni Toni Insua ni Javi Otero acertaron a tocar el balón, por lo que este acabó estrellándose en el poste. La necesidad obligó al Silva a andar un paso adelante y comenzó a dejar muchos espacios a sus espaldas, espacios que el Arosa explotaba con la velocidad de Sylla y Javi Otero. Damián tuvo que ejercer como libre, e incluso, meter alguna mano salvadora. También El Silva tuvo la ocasión de meterse en el encuentro en un balón colgado al área que le cayó a Angulo, pero su disparo fue desviado por Manu Táboas en una buena intervención.

La sentencia llegaría en una contra de libro en la que Javi Nogueira condujo de manera perfecta para ceder a Chiqui, totalmente solo en el área. Del delantero arlequinado prefirió parar el balón y rematar después, lo que permitió a un defensa del Silva sacar el balón bajo palos. El rebote le cayó a Luis García, que acompañaba la jugada y solo tuvo que empujarla. Tan solo dos minutos después el árbitro resolvía una acción muy dudosa pitando penalti contra el Arosa que se encargaba de anotar Joao Paulo.

Los últimos instantes fueron un intento de asedio por parte del Silva, pero sin llegar a inquietar a Manu Táboas