El Ribadumia ha caído a puestos de descenso coincidiendo con el término de la primera vuelta. Una única victoria en los doce últimos encuentros han tenido como consecuencia una parón productivo en la clasificación que les ha hecho caer al decimocuarto puesto.

Nadie oculta la preocupación en el vestuario aurinegro. El propio Luis Carro reconoce que son muchos los palos que están encontrando en las ruedas, "es evidente que en esta dinámica parece que todo sale al revés. Tenemos lesiones de gente importante y que no termina de encontrar un nivel óptimo a su vuelta. Gente jugando con molestias de mucho tiempo... Muy difícil".

Hay una cuestión que el entrenador no pasa por alto y es la referida a la fortaleza colectiva a la hora de expresarse sobre el terreno de juego, "la clave es que no tenemos sensación de grupo. Cuando lo tenemos somos competitivos. Cuando nuestra concentración es baja somos un equipo muy débil. Cuando estamos concentrados somos más difíciles de batir".

Una de las sensaciones que tiene el entrenador es que las ausencias de jugadores obliga a que el equipo mute su propuesta para adaptarse a las características de los jugadores disponibles. Carro apunta que "no damos juntado todo lo que nos gustaría. Nuestros jugadores más profundos están lesionados y eso nos obliga a asumir riesgos y nos lo pone todo más difícil. Estamos intentando seguir con lo que tenemos, apretando, corrigiendo cosas para que todo vaya un poco mejor. Todo para sacar más rendimiento a las asociaciones de futbolistas que podemos juntar. Toca reinventarse cada semana y a eso se suma la dinámica en la que estamos. Una dinámica que es tan mala que incluso los factores que no controlamos caen del otro lado".

La búsqueda de refuerzos en el mercado invernal es una cuestión que también ocupa el tiempo en el día a día de la entidad. La llegada de Tomás Abelleira se espera que no sea la última, pero las dificultades están siendo máximas. "Desde el día siguiente a perder con el Arosa estamos en eso. Nos veíamos cubiertos, pero con todos los condicionantes que estamos teniendo no nos queda otra que tratar de fichar. El tema económico es importante y ahí vamos condicionados. Nuestro mercado es el de Preferente y ahí casi es más difícil que te dejen salir a los jugadores".

El domingo comenzarán en O Couto la segunda vuelta ante el UD Ourense. Una hoja de ruta que en el caso del Ribadumia no cuenta con más referencias que el corto plazo. El técnico entiende que "hemos caído a puestos de descenso, pero a nivel personal ni miraba la tabla antes ni ahora. Lo que sí sé es que tenemos un déficit de puntos importantes. Lo bueno es que somos conscientes del contexto en el que estamos. Tenemos que mejorar en la segunda. Empieza la segunda vuelta y tenemos dos partidos para mejorar lo de la primera vuelta. En esos dos partidos hicimos un punto y hay que mejorar ese nivel".

En medio de un tramo de calendario que les mide consecutivamente a los mejores clasificados, el Ribadumia sabe que no está en disposición de filtrar nada a la hora de sumar puntos. Lo comprimido de la zona baja fundamenta aún más la fe en revertir la situación.