La afición del Arosa no olvida que, cuando el club estaba muy cerca de desaparecer por las deudas que arrastraba y porque nadie estaba dispuesto a cogerlo, apareció Manolo Abalo, y a base de esfuerzo, trabajo y sacrificio, no solo evitó su desaparición sino que lo puso en la Tercera División totalmente saneado. Es por ello que cuando el speaker del campo pidió el apoyo de la grada para el presidente por la situación que está atravesando, gran parte de la afición se levantó y le dedicó un cerrado aplauso que llegó a emocionarlo. Abalo vive en estos momentos uno de las situaciones más difíciles desde que es presidente de la escuadra arlequinada, la de ver como la Fiscalía le pide dos años de prisión por la causa penal de la caída del utillero arlequinado desde el tejado de Preferencia en 2015.