Al mismo tiempo que se creaba el club, se puso en marcha una de las pruebas que, con el paso del tiempo, se ha convertido en referencia en Galicia por las dificultades que plantea a todos los palistas que participan en ella. La Baixada do Umia se celebra cada mes de junio y suma también 25 temporadas en las que ha modificado sustancialmente su recorrido. La primera edición salió desde la sede del club en Cabanelas hasta la desembocadura en Castrelo y regreso. Pero al año siguiente, la apuesta fue todavía mayor, con salida en Caldas de Reis y final en la sede de Cabanelas, con alguna edición que incluyó una ciaboga en Barrantes.

Tras una serie de problemas, el club apostó por salir desde la playa fluvial de Lantaño, en Portas, una decisión que resultó ser un acierto por la salida tipo Sella, que convirtió la prueba en más espectacular. Este año, con motivo de su XXV edición, no se descarta alguna sorpresa en el recorrido, tanto por tratarse de una fecha especial como por dos problemas que el club tiene que afrontar cada año: la limpieza del río y los problemas con pescadores deportivos. En el primer caso, pese a las promesas que recibe de los concellos por los que transita el Umia, lo cierto es que la mayor parte de las veces debe limpiarlo el club, arriesgándose a ser sancionados por el Seprona. Otro problema es la convivencia con los pescadores, que no siempre es la más correcta y ha provocado más de un encontronazo.