Los miembros del Club Triatlón Vilagarcía vistieron ayer de negro para su entrenamiento. No fue la típica sesión habitual de los martes. Había una situación que alteraba la normalidad de sus componentes y ésta no era otra que la violenta muerte de Laura Luelmo en Huelva, la última víctima de un crimen de violencia machista que ha saltado a la luz.

Por este motivo el club realizó una manifestación de duelo para mostrar su más absoluto rechazo a lo sucedido a una persona que no conocían personalmente, pero con la que compartían la pasión de correr y de entrenarse para mejorar su calidad de vida. Una vida que le han arrebatado cuando lo único que hacía era disfrutar de su derecho a la libertad expresada en su ropa de deporte, sus zapatillas y sus ganas de correr para sentirse mejor.

Fueron cerca de treinta personas las que ayer se concentraron a modo de repulsa para iniciar uno de los entrenamientos más tristes, pero a la vez más reivindicativos de la historia del club. En su mayoría ataviados con prendas negras, los corredores y demás personas que se quisieron sumar al acto guardaron un minuto de silencio en el punto de reunión habitual del Triatlón Vilagarcía, la calle Rodrigo de Mendoza.

Con carteles que en los que quedaba patente su rechazo a la violencia de género, los allí presentes posaron para la ocasión antes de comenzar su entrenamiento. El club entendió que no había mejor manera de mostrar su rechazo que entrenar, único objetivo con el que la profesora zamorana salió a la calle el día que un desalmado se cruzó en su camino.

El sincero gesto en forma de minuto de silencio terminó en un largo aplauso. Una ovación que será todavía mayor en caso de que esta lacra social termine de escribir episodios tan desesperantes como el sucedido en Huelva.

Difícilmente se puede plasmar mejor el deseo de libertad que corriendo, pero no para escapar, sino como en este caso para hacer frente de manera valiente a un problema tan inexplicable como real.