El Ribadumia ha forjado en los últimos años una identidad especial, de equipo que trata de ser protagonista con el balón dentro de sus limitaciones, algo que le ha permitido mantenerse en la Tercera División en los últimos años. Sin embargo, ayer tan sólo fue ese equipo dinámico en los instantes iniciales, donde consiguió encerrar al Alondras cerca de su área, para irse diluyendo como un azucarillo mientras avanzaba el encuentro y comenzaba a cometer errores de bulto que, o le costaban un gol o una ocasión clara. Caso contrario fueron los visitantes, que volvieron a ser el equipo que el pasado año se acabó colando en el play off, con Yahvé e Iván Pérez manejando las riendas del partido y aprovechando las escasas ocasiones de las que dispuso.

Presión alta y velocidad por banda. Esos fueron los argumentos con los que se plantó el Ribadumia sobre el terreno de juego de A Senra ante un Alondras que se aplicaba en la presión y buscaba agazapado un error local o una contra letal. Esa contra letal pudo llegar en el minuto 8, en un buen balón que agarró Jonás dentro del área, pero cruzó demasiado su disparo.

A partir de ese momento, ambos equipos se enzarzaron en una disputa eterna en el centro del campo para hacerse con el balón, pero sin la profundidad suficiente para crear ocasiones claras. La única aproximación fue un fallo en el despeje de Nucho que Monchito no atinó a embocar hacia portería desde más de 40 metros en el minuto 23. Con poco juego que mostrar para llegar a la portería contraría, la única alternativa era a balón parado. Y fue así como llegó el tanto del equipo visitante en el minuto 26. Una falta lateral sacada por Iván Pérez al corazón del área terminó con un certero cabezazo de Abel, libre de marca en el corazón del área, ante el que nada pudo hacer Ángel Expósito.

Él Ribadumia volvía a encontrarse con un resultado adverso en casa algo que acusó, permitiendo a los de Cangas gozar de sus mejores minutos. Iván Pérez pudo ampliar la ventaja en el minuto 30, pero Expósito detuvo bien el tiro lejano del medio centro de Cangas. La aproximación más peligrosa de los locales llegó cinco minutos después, en un rápido contragolpe que finalizó con disparo de Fran Fandiño que atrapó con apuros Nucho.

Pese a la ocasión, los aurinegro estaban atascados y sin ideas ante un Alondras mucho más práctico, y sobre todo, cómodo en el terreno de juego gracias a la tranquilidad que aportaba Yahvé en el centro del campo.

La segunda parte comenzó por derroteros muy similares y él Alondras tuvo una gran ocasión para ampliar la ventaja en el minuto 53, cuando Álex Rey se plantó solo ante Expósito, pero su disparo se fue a las nubes.

Ante la poca efectividad con bel balón en juego, el Ribadumia también recurrió al balón parado y a punto estuvo de igualar la contienda en el minuto 66, en un cabezazo de Bugallo en el primer palo que acabaron desviando entre el portero y un defensa cuando la grada de A Senra ya cantaba el gol.

La sentencia para los aurinegros llegó en el 70 en una jugada trenzada por toda la delantera canguesa, con caño incluido de Jonás a un defensa local para dejar solo a Yahvé ante Expósito. El mediocentro visitante no falló y colocó el balón con suavidad en el fondo de las mallas. Tras el gol, Luis Carro varió por completo el sistema para tratar de reducir la ventaja, pasando a jugar con tres defensas y dos delanteros. Adoptar esos riesgos ante un equipo de la calidad del Alondras acostumbra a pagarse caro, y tan sólo unos minutos después de variar todo su esquema, una internada de André por la banda izquierda obligaba a intervenir primero a Ángel Expósito, y a un defensa a sacar el balón bajo palos después.

La única respuesta del Ribadumia llegó en una arrancada de casta y orgullo de Santi, que enganchó una volea que acabaron desviando entre Nucho y el palo.

Pese a que el Ribadumia no se rendía, las ocasiones seguían siendo para él Alondras que aprovechaba los espacios que dejaban atrás los locales. Jonás y Pardavila tuvieron en sus botas el tercero, pero el honor de anotarlo le correspondería a Agujetas, ya en el descuento. El central se incorporó al ataque en una contra letal para rematar un pase atrás de Jonás y certificar la tercera derrota consecutiva del Ribadumia en casa.