El Unión Dena no pudo con un Campo Lameiro que superior, que se impuso sobre todo en la primera parte con una alta presión, período en el que encajó un gol y sufrió además una expulsión que condicionó todo el resto del choque.

Salió el Dena dispuesto a pelear el centro del campo amparado en un 4-2-3-1, con Álvaro y Brais en el doble pivote defensivo, dada la ausencia de Táboas, que es el hombre franquicia de los meañeses en esa posición. Enfrente el Campo Lameiro que, tomándole bien las medidas a su campo, practicaba un presión asfixiante a partir en la parcela ancha que impedía la Dena hilvanar jugada alguna. Y los robos de balón de los locales estaban seguidos de acciones verticales para encarar el área rival. El campo muy rápido, con una hierba sintética aplastada y poco caucho, favorecía ese juego veloz.

Fue en el 29 en que en una contra del Campo Lameiro llevada por banda derecha el balón llegó a Corbacho quien recortó a la altura del vértice del área para acomodarse el balón a la izquierda, y su disparo al primer palo no acertó a atajarlo Óscar. El segundo varapalo lo sufrió el Dena al borde del descanso con un Cata que, primero vio una amarilla por falta en el 36, y tan sólo seis minutos después se perdió en una protesta vehemente al árbitro que le supuso la segunda y consiguiente expulsión, dejando a los suyos con diez.

Cambió el estilo Isidro Barbeito en la segunda parte, optando más por el juego directo, al no haber podido superar en el primer tiempo la presión del rival en la combinación de balón, amén de que se haría más difícil en inferioridad. Y ese juego directo el Dena fue metiendo al Campo Lameiro más atrás, lo le brindó algunas acciones de gol, llegando más por la izquierda, la más clara en el 70 en que una acción llevada por esa banda, llegó a las botas de Pedro en el área, pero su remate lo sacó un defensor debajo de los palos, con Paz ya batido.

A la desesperada Isidro Barbeito dispuso ya una defensa de tres en los último diez minutos, con Jónico, Abal y Álex en la zaga, generando alguna llegada con peligro a balón parado, la más clara un cabezazo que conectó Álex en un saque de esquina y que no encontró la red. Quien sí lo hizo fue el Campo Lameiro en el 85, que sentenció por medio de Paulo al cabecear en el área una falta media frontal botada desde la izquierda.

Isidro Barbeito reconocía que les pudo la alta presión que imprimió del Campo Lameiro. Pese a la derrota entiende que de cara a esta liga, la sexta plaza que es un aliciente añadido. "Es un acierto de la Federación -asegura- el concebir esta fase de ascenso, con lo que pelear por las seis plazas de arriba, más escapar de los arrastres de abajo para el descenso no va a dejar a casi nadie tranquilo en la clasificación en la recta final, por lo que se presume un liga que va a estar muy apretada en muchísimos plazas".