La familia del Kite Surf gallega acudió ayer en masa ayer a la playa de A Canteira, en la zona isleña de O Bao, uno de los templos de este deporte, pero también el lugar donde, el pasado 24 de septiembre fallecía el edil de Sanidade de Catoira Carlos Castaño mientras practicaba una modalidad deportiva que amaba. Todos ellos querían recordarle y rendirle un homenaje a un hombre lleno de vitalidad que se fue demasiado pronto debido a un desgraciado accidente, el único de estas características que se ha registrado en Galicia.

Sus dos familias, la directa y la que fue haciendo en largas jornadas de practicar con la cometa mientras surcaba el mar de la ría de Arousa, se unieron en la zona de A Canteira en la que tuvo lugar el accidente. Allí, más de setenta cometas se posaron sobre la arena, por detrás de las flores que fueron depositando sus amigos y familiares durante la mañana de ayer sobre la tabla que Castaño acostumbraba a utilizar cada vez que salía a navegar.

Uno de sus primos fue el encargado de agradecer su presencia al cerca de un centenar de personas que se acercaron hasta allí en la mañana de ayer, y sobre todo, por el apoyo prestado durante un mes que ha resultado muy duro para las personas más próximas.

En el homenaje no sólo participaron sus compañeros de O Salnés, sino que acudieron kitesurfistas desde lugares tan alejados de la ría de Arousa como León, Vigo, Santiago, Ourense o A Coruña. Óscar César, responsable de la escuela Kiteboarding Galicia, reconocía ayer que en el "kite surf casi todos nos conocemos de coincidir navegando en diferentes playas, y Carlos era una persona muy apreciada por todos los que le conocíamos".

Enfermero de profesión, labor que ejercía en el hospital de Barbanza, Castaño era un gran amante de todos los deportes, desde el fútbol sala hasta la BTT, pero el kitesurf fue el que acabó conquistando su corazón desde el primer momento en que lo probó. Desde ese momento, se había convertido en uno de los habituales en lugares como Bamio y la playa de O Bao, donde acabaría perdiendo la vida una mañana soleada del mes de septiembre. Además, también amaba la cultura, sobre todo del teatro, llegando a participar tanto en el montaje como en la representación de varias obras.