Justo reparto de puntos entre Unión Dena y Guardés. Lo hicieron en un partido en el que materializaron sus goles en un primer tiempo en el que mandó el Guardés, y al que siguió un segundo donde ambos igualaron juego y fuerzas.

Amparados ambos un 4-2-3-1, el Guardés se desdoblaba y replegaba con inteligencia achicando como bloque cada zona en que se disputaba el balón. En una acción llevaba por banda izquierda, el esférico llegó en el borde del área a Iván, el 10 de un Guardés que él mismo articulaba desde la punta de lanza. Lo recibió y lo definió con calidad colocando el balón desde fuera del área en la red, superando por arriba a un Óscar ligeramente adelantado.

Con el marcador a favor el Guardés, muy versátil en sus acciones, mandó para pisar con facilidad el campo local. Fue al filo del descanso cuando los meañeses encontraron un golpe de fortuna. Fue en una falta botada desde un costado del mediocampo rival, en que tras un rechace blando en el área el balón cayó en las botas de Fariña para asistir raso a Brais quien, solo a la altura del punto de penalti, colocó el balón con el interior de su bota derecha en la red de Pazos.

El efluvio del gol prorrogó los bríos al Dena en el arranque de la segunda parte. Y tuvo su primera opción ya en el 49 en que, tras un rechace blando del portero, el balón llegó a la cabeza de Jónico que impulsó bombeado a puerta vacía, pero su remate lo sacó de cabeza bajo palos un defensa.

Pasado el primer cuarto de hora los de Ita se sacudieron para empezar a llegar otra vez con claridad a zona de tres cuartos, mas sin encontrar acciones de gol. Isidro Barbeito contestó oxigenando con cambios un centro del campo que daba señales de agotamiento, y ello propició que el equipo se rehiciera para un último arreón en los minutos finales. En ello generó tres llegadas con peligro, las más clara, ya en la prolongación, en un balón servido desde la derecha y que Rosal cabeceó en plancha en boca de gol y con Pazos batido, pero esta vez la fortuna le fue adversa.