Tras la fiebre del running -término anglosajón que se ha impuesto a la hora de hablar de las carreras de fondo-, en los últimos años ha crecido mucho la participación de aficionados en las pruebas de trail running (carreras de montaña) y de ultrafondo.

A Cristina González le cuesta dar un consejo a quienes se acerquen a estos deportes, de una exigencia física enorme, porque sostiene que "yo no soy nadie para dar consejos".

Pero sí hace una oda al deporte y al placer de descubrir por uno mismo la actividad que más le guste. "Lo más bonito es descubrir las cosas por uno mismo. Lo que le diría a quien esté pensando en correr ultrafondo es que disfrute, que no tenga miedo y que no se ponga barreras donde no las hay. Eso sí, les diría que se centren en sí mismos, y que lo hagan solo sí les reconforta de verdad. Porque el deporte que le va bien a uno, a otro puede irle fatal".

La arousana no pierde la perspectiva. De haber ganado sus medallas sobre el tartán de un estadio de atletismo o en otro deporte bendecido por las televisiones y los patrocinadores, se habría ganado bien la vida con el deporte. Pero el ultrafondo es una de esas cenicientas del deporte español, e incluso campeones como Cristina González tienen que trabajar de otras cosas. Pero ni siquiera eso le roba la sonrisa. "Esto es una afición, pero a mí me da una alegría que le recomiendo a todo el mundo".