Obradoiro se clasificó ayer para la final del Torneo EncestaRías en un encuentro muy físico ante el Alba Berlín de Aíto García Reneses. La victoria no resultó sencilla para los santiagueses, que en el último cuarto vieron como los alemanes conseguían igualarle el encuentro y gozaban de la ocasión para irse en el marcador. No lo consiguieron y acabaron pagándolo con la derrota.

El primer cuarto se inició de manera vibrante, con los dos equipos haciendo gala de un acierto espectacular desde más allá de la línea de tres puntos, con los obradoiristas anotando 4 de 10 y el Alba Berlín 3 de 6 en los primeros diez minutos. Un triple era respondido con otro triple y el encuentro se mantenía en constantes alternativas en el marcador. Hasta que dos canastas de Llovet y otra de Brodziansky permitieron a los compostelanos enlazar un parcial de 10-1 para abrir brecha en el marcador (25-16) El Monbus Obradoiro se mostraba sólido en defensa, y dominaba el rebote, tanto bajo su canasta como en la del Alba Berlín.

Sin embargo, en el segundo cuarto, el dinamismo y la velocidad de los dos equipos bajó, con un inicio cargado de errores en ambas canastas y con los ataques incapaces de imponerse a las defensas.

La ventaja de Obradoiro pronto quedó dilapidada hasta que Hermansson consiguió igualar el encuentro (30-30). Moncho Fernández volvió a recurrir a Pepe Pozas, brillante en el primer cuarto, para recuperar el control del encuentro. Los santiagueses fueron distanciándose a base de tiros libres hasta cerrar la primera mitad con una igualado 38-32 en el marcador.

El paso por los vestuarios apenas varió la propuesta de ambos equipos. El Obradoiro comenzó a incurrir en errores, una situación que no desaprovechó el Alba Berlín, que consiguió igualar el marcador (40-40), hasta que un triple de Obst devolvió la ventaja a los santiagueses. Fue en ese momento yo cuando surgió la muñeca de Kostas Vasileaidis para volver a abrir brecha en el marcador (50-43). Moncho Fernández dio entrada al joven Brais Losada, ex del CLB y vilagarciano, para que disfrutase de minutos en un encuentro de carácter internacional, una invitación a la que respondió anotando dos puntos poco después.

Ya en el último cuarto, dos triples consecutivos de Giedratis fulminaron la distancia entre los dos equipos (62-62), dejando cinco minutos para resolver un encuentro que siempre tuvo al Obradoiro por delante pero sin conseguir abrir una brecha. Fernández pidió tiempo muerto para evitar que ocurriese lo mismo que en la semifinal anterior y puso a sus mejores hombres interiores Hlinason y Brodziansky en la cancha para intentar dominar el rebote e intimidar en la zona defensiva que plantearon al Alba Berlín. Lo consiguió. A falta de dos minutos, u con tres arriba en el marcador Brodziansky anotaba una canasta y su tiro adicional para poner el marcador en 72-66 y al Alba Berlín comenzaba a pasarle factura el cansancio. Pese a ello, los alemanes no se rindieron, y a falta de veinte segundos, lanzaron hasta tres triples consecutivos, pero ninguno de ellos entró. Pepe Pozas recogió el último rebote y certificó el pase a la final de Obradoiro.