Recién llegado a casa tras incesantes semanas de trabajo culminadas con la Volta a Portugal, Gustavo César Veloso hizo balance de su participación en una edición en la que a partir de un mal día en la cuarta etapa perdió toda opción de pelear por alcanzar su tercer entorchado en la Grandissima.
Todavía recuerda el corredor del W52-FC Porto aquella mala tarde, "fue un día para olvidar. No iba en la bicicleta. No podría dar una explicación lógica. No sé si fue el calor o lo que fue, pero no iba como tenía que ir".
Reconoce Veloso que a partir de esa fatídica cuarta etapa, sus aspiraciones en la Volta a Portugal cambiaron de manera considerable, "me convertí en un gregario de lujo. Hice todo lo posible por el bien del equipo y a tirar durante etapas enteras. Trabajé como otras veces habían trabajado para mí. Siempre que había alguna complicación en carrera ahí estábamos para ayudar. Si había que tirar se tiraba y si había que esperar también se hacía. Se trata de gestionar el equipo de la mejor manera posible y como corredor veterano que soy, lo hablamos con el director, para trabajar por el bien del equipo".
El W52-FC Porto fue el mejor equipo de la competición, algo en lo que tuvo mucho que ver el compañerismo del vilagarciano. Ninguno de sus compañeros abandonó y los ocho integrantes del equipo llegaron a la meta de la última etapa en Fafe. "Cuando se cayó Rui Vinhas nos quedamos a esperar por él, igual que cuando tuvo un pinchazo Raúl Alarcón. Cuando estás en una situación así todo pasa a un segundo plano por el bien del equipo".
En el puesto 39 de la general final y a más de 42 minutos del maillot amarillo, Gustavo César Veloso reconoce que ahora mismo necesita "desconectar". Según sus propias palabras, "físicamente acabé bien, pero mentalmente estoy bastante saturado porque fueron muchos días de mucha exigencia en muchos sentidos. Desde los días de entrenamiento en altitud concentrado lejos de casa y después la carrera. Ahora terminaremos la temporada con algunas pruebas más, pero antes toca darle una pausa al cuerpo y a la cabeza unos días".
Con nueve Voltas a Portugal en sus piernas además de seis grandes repartidas en cinco Vueltas a España y un Giro de Italia, a sus 38 años el corredor vilagarciano tiene claro que "el próximo año voy a seguir sobre la bicicleta. Lo tengo muy claro, pero ahora estoy en periodo de recuperar fuerzas y desconectar unos cuantos días".
