Quito Parada ha dicho adiós a su faceta de jugador de balonmano y ejercerá a partir de esta temporada 2018-19 exclusivamente como entrenador del Rasoeiro. En los últimos años había desempeñado doble labor de técnico y jugador, pero ahora, a sus 43 años, ha tomado la decisión de aparcar ya faceta jugador y concentrarse únicamente en su labor de banco.

Parada ha sido unos de los emblemas del Rasu arousano en los últimos 20 años, por cuanto su balonmano pasó exclusivamente por un club grovense en el que echó a jugar con tan sólo 6 años en la base, y a los 11 empezó a competir con los alevines, que era la primera categoría con que contaba el club a finales de los 80.

A los sus 30 años aparcó su labor de jugador para convertirse en entrenador sénior. "Lo dejé -explica- porque había llegado mi primera hija, y a partir de ahí pasé a ejercer como técnico. Lo hice durante siete años, pero a los 37, con el equipo en una situación delicada en Primera Autonómica, decidí retomar de nuevo mi labor de jugador, combinada con la de técnico, para reforzar el plantel en la cancha". Mismo en aquella temporada el Rasu, sexto por abajo y condicionado por los arrastres, tuvo que librar una eliminatoria de promoción para evitar caer a Segunda Autonómica, envite que salvó al doblegar al Asmubal meañés en doble partido.

A partir de ahí y de su mano, llegaron los años de plenitud del Rasu que le catapultaron a subir a la Primera Nacional, categoría que ha mantenido en estas dos últimas temporadas. Fueron años donde Quito Parada vino desempeñando también su labor de técnico deportivo del Concello de O Grove, si bien ahora, como licenciado del INEF, lo ha dejado para entregarse a su labor docente. Mirando hacia atrás, y haciendo un balance de cuatro décadas, Quito Parada entiende que el Rasu tiende a la profesionalización: "en los 80 -explica- éramos un club familiar que ofrecía en O Grove el único deporte en pabellón, en cambio luego llegó el baloncesto y el fútbol-sala que también emergió con fuerza, y el club fue especializándose y profesionalizándose en cierta medida, y la llegada de los equipos femeninos supuso también un espaldarazo

Copa Galicia

En la noche de jueves se estrenaba do Rasoeiro en la Copa Galicia, cayendo en el Nuevo Monte da Vila ante el Lavadores por 23-37 (10-20 al descanso). Los vigueses barrían ya en el primer cuarto de hora (3-10) ante un Rasu que no tuvo opción para engancharse. "Llegábamos para rodar, -explicaba Quito Parada- con tan sólo dos entrenamientos y varias bajas, y el Lavadores es un equipo que se ha reforzado tanto que se presume va a ser en la próxima temporada un candidato a jugar por la fase de ascenso".