La buena imagen dada por el Arosa ante el Coruxo no vino acompañada de la clasificación para la siguiente eliminatoria de la Copa RFEF. Cierto es que los de Rafa Sáez solo tuvieron que envidiarle a los vigueses su eficacia en acciones a balón parado, porque en propuesta de juego el equilibrio fue total.
Tras unos primeros compases de absoluto rigor táctico, el partido se desató mediada la primera parte. Los de Jacobo Montes avisaron primero por medio de Sergio Rodríguez y de Pitu, pero las situaciones más claras fueron para Javi Otero y Chiqui que fallaron cuando la única oposición ya era el portero.
La salida del descanso pilló al Arosa a contrapié. Avisó primero Samanes, pero Táboas volvió a mostrar su jerarquía en la portería. Sin embargo nada pudo hacer al saque de esquina cuando Pitu cabeceó a bocajarro libre de marca.
La reacción del Arosa llegó primero a gran remate de Chiqui y otro de Sylla que puso en aprietos a Alberto. Los locales proponían. Sylla tras excelente jugada individual de más de 60 metros mandó su remate al larguero y poco después un escorzo de espaldas a portería cerca se quedó del empate. También Javi Otero dispuso de un remate franco que se fue fuera por muy poco.
La entrada de Silva en el ataque vigués le dio otro aire a su equipo y avisó pronto de sus intenciones con un disparo que obligó nuevamente a Táboas a lucirse. Ya en el minuto 87 sería el delantero el que ganase el duelo al ser derribado a criterio del árbitro para luego marcar el penalti que supondría el 0-2 definitivo.
