Tal es el valor que le dan los entrenadores de baloncesto a la virtud de compartir conocimientos que algunos hacen esfuerzos ímprobos por estar en Vilagarcía. Incluso una de las mujeres asistentes, Angelica Gabrielsson, acudió desde Suecia para tomar parte en esta iniciativa que conoció también como directora deportiva del Taby Basket de su país.

De clubes de toda Galicia tampoco faltó representación, pero sí el esfuerzo de los asistentes por asistir da cuenta de la valía del Clínic, mas aún el realizado por alguno de los ponentes. Un ejemplo significativo es el de Diego Ocampo, que el viernes tenía que estar en Manresa para la celebración del ascenso logrado a Liga ACB, y viajó toda la noche por carretera desde tierras catalanas para llevar a cabo en la mañana de ayer dos charlas magistrales. Pero por si no quedara claro todavía su extraordinario compromiso, nada más terminar tomó un avión para seguir compartiendo su filosofía de trabajo con una charla en Málaga a las 20.00 horas.

En la misma medida un Carlos Frade, que tras su charla en la tarde del viernes se desplazó a Berlín para estar ayer en la final de la liga alemana con su club, el Alba berlinés. Junto a ellos, otros dos excelentes ponentes como Chechu Mulero (Valencia Basket) y Óscar Lata para completar un cartel de auténtico lujo en una cita que sitúa a Vilagarcía en muy buen lugar.