Joni Somoza marcó ayer uno de esos goles que, de ser anotado en Primera División por un Messi o un Cristiano Ronaldo, estaría en los telediarios de todo el mundo. Corría el minuto 75, cuando el mediocentro del Ribadumia se disponía a sacar una falta en su propio campo. Los aurinegros sufrían ante un Negreira que había reducido la ventaja, y Somoza vio al meta visitante adelantado. No lo dudó, soltó un zapatazo que se acabó colando en la portería rival pese al intento desesperado de Rodri por evitarlo. El tanto suponía, además, cerrar una victoria que se le resistía al Ribadumia en las últimas jornadas y dar un paso más hacia la permanencia que, con los arrastres de 2ª B, se presume excesivamente cara.

La primera parte comenzó con claro dominio del Ribadumia ante un Negreira que apenas conseguía pasar del centro del campo, salvo en alguna incursión por banda izquierda de Astray. Sin embargo, ese dominio no se tradujo en ocasiones claras, hasta el minuto 7, cuando Cerqueiras estrelló un centro chut en el larguero, Fue la antesala de un remate de Fandiño que Rodri sacó bajo palos con una buena estirada. El rechace lo cabeceó Miguel Vázquez, pero un defensa lo sacó bajo palos. En el córner siguiente, Pablo Mota cabeceó, pero el balón se fue fuera.

La intensidad que mostraron los locales en el inicio fue rebajándose poco a poco, lo que permitió al Negreira estirarse un poco, aunque con escaso éxito a la hora de buscar la portería de Iván Parada. De hecho, la mejor ocasión fue para los locales en el minuto 21, un disparo lejano de Fran Fandiño que se fue lamiendo el poste de la portería de Rodri. Fue la antesala del gol, que llegaría un minuto después. Gabi vio perfectamente el desmarque de Hugo Soto y le puso un excelente balón para que el delantero definiese ante Rodri con acierto. A partir del tanto, el ritmo del encuentro decayó, con un Ribadumia sin prisas y un Negreira que recurría al juego directo y a buscar las segundas jugadas. Así llegó la primera ocasión visitante en el minuto 29, en un centro al área que intentó cabecear Quintairos, el rechace le cayó a Astray, cuyo disparo lejano fue atrapado por Iván Parada. El encuentro entró en una fase de imprecisiones en la que ninguno de los dos equipos conseguía imponerse y las llegadas al área brillaron por su ausencia, hasta que, en el minuto 40, una indecisión de la zaga local permitió a Astray disparar, pero Iván Parada desvió el balón muy bien colocado. Iván Parada evitó que el encuentro se marchase igualado al descanso, al meter una buena mano a disparo de Darío.

La segunda mitad arrancó con el Ribadumia volcado sobre el área rival, aunque con escasa fortuna. Esa situación cambió en el minuto 53, cuando una buena jugada de los locales terminó con un claro agarrón a Cerqueiras dentro del área. Penalti que no desaprovechó Filgueira para anotar el segundo.

Nacho Pacios cambió el dibujo y decidió meter dos delanteros para presionar la salida del balón de los locales. La decisión le permitió gozar de alguna ocasión, como la de Pancho en el minuto 60, que no consiguió aprovechar una indecisión de Iván Parada, o la de Quintairos, tan solo un minuto después, que se plantó sólo ante el meta local pero Santi le arrebató el balón antes de que pudiese disparar.

El tanto del Negreira llegó en un falló garrafal de Iván Parada. Miguel soltó un disparo desde fuera del área que el meta parecía atajar bien, pero el balón se le escapó de las manos y le superó, le dio tiempo a evitar que entrase, pero dejó la pelota muerta a los pies de Quintairos para que recortase distancias. Parada tuvo la ocasión de resarcirse en el minuto 71 de su error, al tapar un disparo franco de Pancho con su cuerpo. El Ribadumia sufría ante un Negreira que atacaba a trompicones y con escaso acierto en los minutos finales.

El Ribadumia se refugiaba atrás, pero cuando salía lo hacía con peligro, como en el minuto 74, cuando un centro de Hugo Soto no pudo ser alcanzado por Fran Fandiño. Tan solo un minuto después, llegaría la obra de arte de Joni Somoza, que puso en pie a todo el público de A Senra en un aplauso unánime al jugador.

El tanto dejó muy tocado al Negreira y el Ribadumia pudo incrementar su ventaja en alguna contra, como la que tuvo Cerqueiras en el 89, pero su disparo lo desvió Rodri con muchos apuros.