Fútbol - Tercera División
El Arosa da carpetazo al caso Beceiro
El club rescinde el contrato con el jugador tras la ausencia reiterada que protagonizó

Iago Beceiro no volverá a enfundarse la zamarra arlequinada tras rescindir su contrato con el Arosa. // Iñaki Abella
Llegó como uno de los fichajes estrella para esta campaña, pero se ha ido por la puerta de atrás tras protagonizar una rocambolesca situación a la que todavía no se encuentra explicación. Iago Beceiro dejó ayer de ser jugador del Arosa, al decidir el club, al parecer de mutuo acuerdo, rescindir la relación contractual que les unía a ambos. La comisión deportiva del club adoptó esta drástica decisión tras la reiterada ausencia del jugador, que no solo faltó a varios entrenamientos, sino que tampoco acudió a dos citas con la directiva para analizar su caso. Esa decisión significa que Beceiro no volverá a vestir la zamarra arlequinada en lo que resta de temporada, y probablemente, en ninguna otra ocasión.
Con esta decisión, se da carpetazo a una situación que había generado una tremenda preocupación en el seno de la entidad, pues durante cuatro días no tuvieron ningún tipo de conocimiento sobre el paradero del jugador. El director deportivo de la entidad, Eduardo Carregal, reconocía ayer que "esta tremenda irresponsabilidad cometida por Iago Beceiro, no nos ha dejado otra opción que rescindir su contrato, ya que se trata de una infracción del reglamento interno muy grave, y no podemos consentirla ni actuar con sentimentalismos".
Carregal reconoce que, tras contactar con su entorno familiar, el joven se encuentra arrepentido de lo ocurrido y espera que "algún día regrese a Vilagarcía para ofrecer una explicación de lo que ha ocurrido, por lo menos a su técnico, Jorge Otero, y a sus compañeros". El director deportivo entiende que ahora "debemos pasar página y centrarnos en cuestiones meramente deportivas, tratando de que el equipo quede lo más arriba posible a final de temporada".
El delantero, formado en las categorías inferiores del Deportivo de A Coruña, con cuyo primer equipo llegó a debutar con tan solo 17 años, llegó el pasado verano como una de las grandes apuestas del club para intentar colarse entre los primeros puestos de la clasificación, aquellos que dan opción a disputar el play off de ascenso. Sin embargo, nunca llegó a alcanzar el nivel que se esperaba de él. Aunque jugó con cierta regularidad y dispuso de ocasiones para demostrar todo el talento que se le suponía, solo consiguió anotar un gol esta temporada, cifra muy por debajo de las expectativas que creaba un jugador de su clase.
El pasado viernes, tras el entrenamiento con el primer equipo, el jugador decidió desaparecer. No acudió al campo de A Lomba para ver el partido de su equipo contra el Negreira el domingo. Tampoco se presentó al entrenamiento del equipo de base del que se encargaba y se ausentó de la sesión del primer equipo que se celebró el pasado lunes. Pese a intentar contactar con él, el club no lo consiguió, ni directamente a su móvil de contacto, ni a través de su representante y de su familia. La comisión deportiva lo citó hasta en dos ocasiones, en las que no compareció, apareciendo el pasado martes noche en A Coruña. Ante esta situación, el club ha decidido pactar con el jugador una rescisión de contrato que se formalizó ayer.
La rescisión de contrato de Iago Beceiro supone una importante limitación para Jorge Otero a la hora de buscar alternativas para el ataque, por lo que el club no descarta buscar un refuerzo para esa zona en los poco más de diez días que quedan para el cierre del mercado.
Carregal reconoce que "es un contratiempo que tendremos que ver como se soluciona, aunque, en principio, la baja que más nos ha trastocado ha sido la de Suso Martínez, que nos obliga a buscar un central que pueda desenvolverse como lateral en banda izquierda".
El segundo perfil de jugador que estaba buscando el Arosa es un hombre que pueda desenvolverse por ambas bandas. En esta posición pueden registrarse novedades en las próximas horas, ya que el club ha estado negociando con un jugador. Sin embargo, "nos volvemos a encontrar con los problemas de siempre, el de que su equipo le acabe dando la libertad y que hay otros clubes que están interesados en él, alguno de superior categoría al nuestro", explica Carregal. Los nuevos fichajes también tendrán que cumplir un requisito indispensable, el de ajustarse a las limitaciones económicas del club, un extremo que se quiere mantener a rajatabla.
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