Tardó en llegar tres jornadas, pero el Xuven de Chiqui Barros ya conoce el sabor de la victoria. Lo consiguió a base de coraje, corazón y fe ante un rival, el Lucentum Alicante, que se confió en exceso, sabiéndose superior, y se encontró con un golpe que lo dejó en la lona a falta de 11 centésimas de segundo para cumplirse el tiempo de juego: un triple de Will Saunders que igualaba el encuentro a 73 y obligaba a disputar una prórroga con el pabellón llevando en volandas a los locales y con un equipo visitante que era la sombra de los que fue en el primer cuarto. Ese tiempo extra que consiguió forzar el Xuven, solo tuvo un color, el amarillo, ya que los hombres de Chiqui Barros llegaron a ponerse hasta 10 puntos por delante, aunque los alicantinos acabasen maquillando un poco el resultado.

La victoria siempre tiene muchos padres, pero si hay uno que destaca por encima del resto ese es Will Saunders. El jugador amarillo alternó las posiciones de tres y cuatro durante todo el encuentro, y fue una auténtica pesadilla para los rivales. Además de mantener a su equipo en el encuentro, logró un triple decisivo, cuando recibió el balón a falta de dos segundos para el final. Sus 38 puntos, 12 rebotes y 42 de valoración, además de cinco personales recibidas, le convierten en la estrella del encuentro. Pero sin la actitud defensiva mostrada en los dos últimos cuartos y en la prórroga, quizás esos números no habrían servido de gran cosa.

En los albores del primer cuarto, los locales consiguieron tutear a todo un Lucentum Alicante, yendo debajo en el marcador, pero dando la sensación de ser capaces de competir y voltear el electrónico. Un parcial de 0-10 entre el final del primer cuarto y el inicio del segundo complicó la situación de los locales, que veían como se alejaba el rival (14-25). Ese parcial se gestó en la falta de acierto de un Xuven que no daba con la tecla en ataque, especialmente en el tiro exterior, donde hicieron un nefasto 0 de 6, mientras el Lucentum se encontró con ese regalo sin forzar excesivamente la máquina.

Saunders ya había mantenido a su equipo en el primer cuarto, pero en el segundo fue sostén indispensable con 13 puntos que llegaron a poner a los cambadeses a tan solo cuatro puntos de distancia (26-30), pero un tiempo muerto y las malas decisiones de tiro de los locales permitieron al Lucentum irse al descanso con 34-42 en el marcador.

Nada más iniciarse el tercer cuarto, el Xuven volvió a sufrir un parcial de 0-4 que volvía a llevar a Lucentum más allá de los diez puntos de ventaja. Sin embargo, los amarillos se vaciaron para frenar al rival y en acaparar el rebote defensivo. Un triple de Jawara y otro de Samu Barros, junto a una buena penetración de Orellano pusieron a los locales a tan solo dos puntos de distancia (46-48), lo que obligó a los visitantes a recurrir a un tiempo muerto y parar la racha local. Iago Estévez logró la igualada y levantó a O Pombal, que comenzó a empujar a su equipo hacia la victoria. Un triple de Outerbridge y dos tiros libres de Saunders dejaban las espadas en alto para el último cuarto (52-53) tras la remontada de los locales.

El Xuven, apretó en defensa y llegó a ponerse por delante con un triple de Saunders (59-58), pero a falta de diez segundos, la distancia con el rival era de tres puntos. Barros se la jugó, pero el balón salió de dentro. Parecía que todo se acababa, pero dos segundos en baloncesto son todo un mundo, como demostró Saunders. La prórroga fue disfrutar.