Tras tres años sin entrenar en la Tercera División, Manolo Núñez regresa a los banquillos y se hace cargo del Céltiga, donde ya militó en dos etapas anteriores, dejando una impronta entre la directiva y la afición que hizo que recurriesen a él en estos momentos de crisis deportiva que atraviesa el club. El técnico no duda en asumir el reto y, el pasado domingo, se acercó hasta A Senra para comenzar a conocer a sus nuevos pupilos. Lo que vio desde la grada no le gustó en absoluto: "Vi un equipo completamente desdibujado, nada competitivo, por lo que nos queda mucho trabajo que hacer por delante para que los jugadores funcionen mucho mejor", explicaba ayer.

Ese trabajo no solo va a ser táctico y físico, sino que también aglutinará aspectos psicológicos, ya que "sufrieron demasiadas derrotas consecutivas, por lo que necesitamos un importante cambio de actitud; nos pueden ganar, pero hay que ser competitivo siempre, y el pasado domingo no lo fue".

Al no sacar nada en positivo de ese encuentro, Núñez asegura que todos los jugadores de la plantilla "van a comenzar desde cero, con las mismas posibilidades de entrar en el once inicial que los demás". No en vano, el técnico no duda en reconocer que durante el encuentro con el Ribadumia "me llevé un gran disgusto y sumé una importante preocupación, porque a nivel ofensivo, apenas creamos ocasiones y no tuvimos llegadas al área con claridad, mientras que en el apartado defensivo cometemos muchos errores, por eso creo que debemos comenzar desde cero e ir creando un equipo poco a poco".

Regresar a A Illa cuando se lo propusieron los integrantes de la directiva, "no fue una decisión difícil, porque es un club al que le tengo mucho cariño por los años que pasé allí y por el trato exquisito que siempre se me ha dispensado, por eso me siento muy agradecido por que se hayan acordado de mi y la intención es devolverles con resultados ese apoyo".

El nuevo técnico fue presentado a los jugadores ayer en el campo Salvador Otero, antes de iniciarse la primera sesión de entrenamiento que dirigió. La primera piedra de toque para Núñez será el próximo domingo, en el encuentro que el Céltiga va a disputar en el Salvador Otero ante un recién ascendido como es el Laracha. En ese encuentro tendrán que comenzar a verse una parte de los cambios que imprima al equipo.