Los entrenamientos del equipo femenino de la Trainera Mecos-Ribeira son cuando menos curiosos, al menos los días en que la preparación se lleva a cabo en las instalaciones del club grovense. Desde que ambos clubes unieran fuerzas para competir en la liga de traineras, se dividen para entrenar entre Ribeira y O Grove, localidades a las que solamente las separa la ría.

Las remeras del Club de Remo Náutico de Ribeira han escogido la vía más rápida para llegar hasta O Grove, una lancha que en poco más de 15 minutos las traslada desde el puerto de Aguiño. Es la opción más cómoda para ellas, ya que "llegar por carretera nos lleva una hora, sobre todo en verano que hay un tráfico imposible", asegura una de las remeras. Fue Suso Vidal, su entrenador el que propuso la idea y aportó, además, la embarcación, y sus chicas acogieron encantadas la propuesta, que les facilita mucho el traslado.

Entrenan seis días a la semana, no importa si es fin de semana o festivo, pero juntas lo hacen durante tres jornadas. Necesitan prepararse para aspirar a cumplir todos sus objetivos, así que cualquier esfuerzo es poco.

La embarcación Mecos-Ribeira la forman ocho remeras mecas, siete de Aguiño, dos de Coruxo y una de Meira, y el rendimiento parece que es bueno, tanto que en este momento lideran la clasificación de la liga autonómica, que está a punto de terminar. El 26 y 27 de agosto disputarán el título Teresa Herrera, y el jueves 31 de la prueba clasificatoria para disputar la Bandera de la Concha en septiembre, según su entrenador Iván Treinta, "estamos a un buen nivel así que nos vemos con posibilidades" , asegura. Clasificarse sería la puntilla a una gran temporada, y pondría de relieve más que nunca que la unión hace la fuerza, y el esfuerzo vale la pena.

El equipo llegará a las clasificatorias un poco justo de plantilla, según señala su entrenador, puesto que tres de las remeras no pueden asistir ese día por compromisos laborales o formativos, y al conjunto no le sobran precisamente los recambios, pero aún así aseguran estar fuertes para competir y llegar a lo más alto con un poco de suerte y sacrificio.

Las remeras son optimistas de cara a los compromisos deportivos que les quedan, y hacen todo lo posible, a pesar de que requiere de muchos malabarismos por conciliar trabajo y entrenamiento. "Es lo que tienen los deportes minoritarios, que en muchas ocasiones es difícil poder combinarlo todo", comenta Treinta.

Seguramente no sea la única ocasión en la que compitan juntas las de Ribeira y O Grove, pues además de haber hecho una buena unión deportiva, parece que en lo personal el equipo también ha cuajado de maravilla.