El partido en la cumbre de la LEB Plata entre el Cambados CEV 2017 y el Covirán Granada, a disputarse el sábado (18.00 horas) en O Pombal, también será un partido de reencuentros como el que vivirá Joel Almeida con el equipo que le trajo al baloncesto español. El caboverdiano llegará como una pieza clave en el engranaje del equipo nazarí, pero sin ocultar que "al Xuven le debo mucho y este partido me genera un sentimiento especial".
Su equipo llegará como líder a la cita, pero con un solo encuentro de ventaja respecto a los de Manu Santos. El tirador zurdo que ahora viste de rojo no oculta que "el partido es de gran importancia para los dos equipos. Ambos pasamos por una muy buena racha. En nuestro caso, la clave está siendo el espíritu de equipo y la motivación que se muestra cada día".
Sin embargo la palabra ascenso es casi un tema tabú en Granada. Casi como una posibilidad que está ahí y que nadie quiere referirse a él hasta que se consume. Añade Almeida que "en el vestuario no hablamos de objetivos. Solo pensamos en el día a día. Vamos paso a paso y de momento están saliendo las cosas bien".
De lo que no tiene la más mínima duda el ex jugador del Xuven es de su perfecta adaptación a Granada, "es una ciudad con mucha tradición de baloncesto y la verdad es que me encanta. Me lo estoy pasando muy bien en lo deportivo y en lo personal. Granada tiene muchas cosas que hacer y que ver".
Su aportación individual es de 8,4 puntos en 20 minutos de juego, algo lejos de los 14,3 puntos y 27 minutos que promedió el pasado curso vestido de amarillo. Pese a ello, Joel Almeida está muy contento con su rol dentro del equipo dirigido por Pablo Pin, "somos una plantilla muy larga y prácticamente nadie supera los 25 minutos por partido. Esa es precisamente una de las mejores cualidades que tenemos".
Una cuestión que Almeida más destaca de su andadura en Granada es lo relativo al gran seguimiento que tiene su equipo. "Tenemos muchos aficionados. Las cosas se están haciendo bien y cada partido que pasa tenemos más gente en el pabellón. En el último partido hubo 4.000 personas. Nunca había jugado delante de tanta gente desde mis años en universidad en Estados Unidos".
