Al Órdenes siempre le toca remar río arriba. Es imposible obtener buenos resultados cuando en los primeros compases del partido encajas un gol y ayer, como en tantos partidos, le volvió a suceder ante un Ribadumia que se limitó a ver como los locales se tiraban tiros en el pie. Los tres puntos, para los de David Sierra, son muy importantes, ya que les permiten meter tierra de por medio con la zona peligrosa de la tabla, sobre todo por el temor de los más que previsibles arrastres que se van a registrar al término de la campaña, procedentes de la Segunda División B.

Como ya hemos apuntado el partido empezó con un gol en contra para los de Jaime Sánchez. No habían transcurrido ni cinco minutos cuando el incombustible Changui abrió la lata. El delantero recibió un pase filtrado por dentro y definió bien anta la desesperada salida de Charly. Los aurinegros salieron muy enchufados al encuentro, mostrando un importante esfuerzo en la presión y demostrando que se tomaban muy en serio el supuesto trámite con el colista.

Con ventaja en el marcador, los de David Sierra continuaron presionando para tratar de cerrar el encuentro cuanto antes con un segundo gol. Sin embargo, los aurinegros no estuvieron acertados a la hora de definir ante la meta defendida por Charly, mientras el rival adolecía de todos los defectos que le han llevado a situarse en las últimas plaza de la clasificación y estar prácticamente desahuciado.

Tras el paso por vestuarios los locales mejoraron notablemente sus prestaciones, pero con el problema de dejar muchos espacios a sus espaldas. Eso permitió al Ribadumia de gozar de varias ocasiones, en especial, un disparo de Anxo que se estrelló en el palo de la portería defendida por Charly.

La búsqueda de un segundo tanto dio sus frutos en el minuto 84. Otra vez un enrachado Changui ampliaba la renta para los aurinegros definiendo bien ante Charly en una jugada muy similar a la del primer gol.

Pero el Órdenes había mejorado y tuvo su recompensa con el gol de Capi que remató en el segundo palo un centro de Pablo Vidal. Su tiro cruzado superó a Manu Táboas y animó a los locales que dispusieron de algún acercamiento para empatar.

Sin embargo, la pegada no es el fuerte del Órdenes que vio como en las postrimerías del partido encajaba el tercer gol, Anxo culminaba con un potente disparo una internada por la banda izquierda. Al final, nueva derrota del Órdenes, la décima consecutiva, mientras el Ribadumia coge un aire muy importante para afrontar el último tramo de la temporada.