El ADBA de Avilés no ha conseguido una sola victoria lejos de su cancha, mientras el Kemegal Cortegada solo ha cedido un partido en su cancha. Con estos ingredientes se preveía un triunfo local, como así acabó aconteciendo, aunque quizás más sencillo de lo esperado. Las vilagarcianas no tuvieron rival en las avilesinas, especialmente en el primer tiempo, donde fueron barridas, especialmente, en el juego interior, al hacerse Amy Syll con el mando bajo los tableros, tanto en defensa como en el rebote de ataque.

Dolidas todavía por la derrota ante el Universidad de Oviedo en Fontecarmoa, las locales salieron a morder, y le endosaron un parcial de 12-2 a su rival de inicio que dejaba a las claras la intención de las pupilas de Rubén Domínguez. Las avilesinas trataron de responder al término de ese primer cuarto con otro parcial de 0-6, liderado por Eduardo.

El segundo cuarto fue un claro monólogo vilagarciano. El Avilés trataba de frenar el ritmo del Cortegada, pero las visitantes se vieron claramente superadas, sobre todo gracias al dominio del rebote ofensivo que mostraron Syll y Andrade. Ese dominio permitía que el Kemegal Cortegada sacase algo positivo prácticamente en cada ataque, mientras en defensa apenas sufría.

En la segunda parte, y conscientes de su superioridad, el Kemegal Cortegada bajó el ritmo y comenzó a utilizar rotaciones, pero en ningún momento se vio peligrar el electrónico. Es más, al inicio del último cuarto, las vilagarcianas alcanzaban su mayor ventaja en el partido, que sería de 31 puntos (58-27). De ahí hasta el final, el encuentro acabó languideciendo ante la superioridad local.

Con esta victoria, las vilagarcianas se mantienen en la tercera posición de la tabla, con dos encuentros de ventaja sobre su inmediato perseguidor.