El Xuven de Cambados sumó ayer su quinta victoria de la liga, que le permite continuar como líder, en un encuentro en el que fue de menos a más. Los pupilos de Manu Santos comenzaron muy fríos el partido, como si notasen en exceso los problemas que tuvieron durante toda la semana para entrenar por causa de las lesiones y las molestias, pero tras conseguir imponer un ritmo infernal que tumbó físicamente al L'Hospitalet, los cambadeses se impusieron con una enorme autoridad a través del baloncesto colectivo que ha implantado el técnico vilagarciano desde su llegada.
La contundente victoria no se presagiaba en un inicio muy titubeante del Xuven, especialmente en un primer cuarto en el que vio como los visitantes le endosaban un parcial de 0-10 (6-16) que no hacía presagiar nada bueno. Espeso en ataque y errático en defensa, su principal fortaleza, el Xuven no se encontraba cómodo ante un rival que corría para imponer su juego y que dominaba bajo el tablero (los amarillos solo capturaron 5 rebotes, todos ellos defensivos, en el primer cuarto). Dos triples, de Baiget y Quintela, mantenían a los amarillos en el partido. En el segundo cuarto, el Xuven salió en tromba, con Ogunfolu haciendo lo bueno (un triple, una canasta y un tapón defensivo espectacular) y lo malo (tres errores en el tiro de tres consecutivos). Un parcial de 9-0 daba la primera ventaja a los locales (36-34) poco antes de que se llegase al descanso. La segunda parte se prometía igualada, pero no fue así. Un parcial de 10-0 nada más arrancar el tercer cuarto, con un Nkaloulou descomunal (21 puntos y 24 de valoración) rompió el encuentro. El Xuven demostró la gran cantidad de alternativas que posee para hacer frente a un partido de estas características, mientras el L'Hospitalet se fue diluyendo como un azucarillo.
