No pudo el Calmear Rasoeiro encadenar su tercera victoria consecutiva al caer en Cangas en el que fue su peor partido de liga. Y es que los grovenses no estuvieron nunca en el encuentro y solo por momentos, cuando atisbaban la posibilidad de meterse en él, volvían a caer víctimas de sus propios errores. Las pérdidas de balón, la poca aportación del tiro exterior, con tan solo dos lanzamientos de 9 metros en todo el partido, y pecar de individualismo en momentos claves fueron determinantes.

El choque arrancó ya cuesta arriba al encajar de salida un 6-1. Respondieron los de Quito Parada con otro parcial de 5-1 que les colocaba a uno mediado el primer tiempo. Pero acto seguido varias pérdidas de balón devolvieron la tranquilidad a los locales que penalizaban en contragolpes llevando el marcador al descanso a un 18-12.

En la segunda parte, por un momento, la aportación de Noya en portería bien pertrechado por una defensa que maniataba al rival, y la determinación de Xure y Iago en ataque, hicieron soñar al Rasoeiro que se colocaba 22-20 en minuto 43. Jugada clave en ese momento cuando el Luceros, que atisbaba dudas ante la cerrada defensa grovense, acabó transformando en un gol con fortuna al borde del pasivo y tras un rechace. El tanto devolvía la tranquilidad a los locales que, para más ventaja, acto seguido se aprovechaban de un par de pérdidas de balón que siguieron por parte grovense para poner tierra por medio e irse a un 29-23 en el 50 que finiquitaba el choque.

El técnico Quito Parada lamentaba la ocasión perdida: "De los tres últimos rivales éste era el más asequible. Y no hicieron gran encuentro, pero nosotros no estuvimos nunca en partido. Concedimos mucho en defensa facilitando el uno contra uno y en ataque estuvimos muy erráticos".