La segunda edición del EncestaRías comenzó ayer con la participación del primer equipo de los tres ACB que pasarán por el pabellón de Vilagarcía. Él Unicaja Málaga, sin hombres importantes como Nemadja Nedovic o Adam Waczynski, fue el primero en enseñar sus cartas ante el Basket Coruña de LEB Oro. Los coruñeses, entrenados por un viejo conocido de la afición vilagarciana, Tito Díaz, forman un equipo muy joven, pero que aspira a repetir el logro del pasado año de alcanzar las semifinales del play off de ascenso a la ACB.

A los de Joan Plaza les bastó con un primer cuarto muy intenso y jugado a un ritmo vertiginoso en el que arrollaron a su rival, que tan solo fue capaz de anotar dos canastas en jugada, mientras que los malacitanos siempre conseguían culminar sus tiros con acierto. Los malagueños, tras unos titubeos iniciales propios del inicio de temporada, en el que él Basket Coruña parecía poner en problemas al Unicaja con una defensa en zona, marcaron un ritmo espectacular en ataque, acompañado de un gran rigor defensivo que barrió por completo a los coruñeses. Primero Lafayette y después Fogg fueron los directores del equipo, aunque fue Díez el ejecutor. Un parcial de 0-13, primero y de 0-6 después dejaban el marcador en 7-25. Bajo los aros, la contundencia de Unicaja no dejaba opciones a A Coruña, y más tras cometer Olmos su segunda falta personal. Los gallegos no encontraban el ritmo adecuado para jugar y, sobre todo anotar, mientras Tito Díaz se desesperaba en el banquillo pidiéndoles más ritmo a sus pupilos.

La imagen del Basquet Coruña en el segundo cuarto cambió notablemente, mientras que el Unicaja bajaba un punto la intensidad. Esto permitió al equipo de Díaz ir reduciendo la ventaja poco a poco, llegando al final del cuarto con trece puntos abajo. Al regreso de los vestuarios, un triple de Zyle ponía a los hombres de Tito Díaz a tan solo diez puntos de distancia y con la opción de acercarse en el marcador. Sin embargo, los pupilos de Joan Plaza fueron abortando todas las ocasiones para ello, en especial Musli, que anotó diez puntos en este cuarto, sosteniendo la diferencia, que siempre osciló entre los 10 y los 15 puntos.

En el último cuarto, los de Joan Plaza volvieron a apretar dejando sin opciones a un rival inferior pero que siempre trató de dar la cara. La fortaleza interior de los malacitanos fue la clave desde el principio, con hombres como Musli o Mbakwe que dominaron la zona durante los minutos que estuvieron en pista.