El nuevo proyecto del Choco no pudo iniciar la temporada con buen pie y cayó en su estreno en Santa Mariña ante un Arosa que, con Jorge Otero en el banquillo, se presenta como uno de los candidatos a pelear por los primeros puestos de la tabla clasificatoria. Dos balones colgados al área antes de que se cumpliese la primera media hora de juego permitieron a los visitantes encarrilar un encuentro que los redondelanos estuvieron a punto de equilibrar de nuevo al inicio de la segunda parte pero no supieron sacar partido a su casi media hora de superioridad numérica.

Los primeros cuarenta y cinco minutos de juego en el estreno de esta nueva temporada de la Tercera División en el campo del Choco permitieron ver ya algunas de las nuevas caras del conjunto de Marcos Montes para esta campaña tras la marcha de jugadores importantes, aunque el esquema, la apuesta y la mayoría de los mimbres se mantienen intactos.

Por eso, a pesar del potencial que atesoraba el rival, la primera mitad resultó muy equilibrada. Sólo dos acciones aisladas permitieron al Arosa abrir hueco en el marcador. Primero fue Eloy el que se adelantó a Gonzalo para cabecear al fondo de la portería de Adrián Malvido un buen centro lateral e inaugurar el marcador. Y poco después fue Sidibé el que recogió en el segundo palo un remate defectuoso de Hugo Soto a la salida de un córner para hurgar en la herida.

El descanso sirvió para que los locales aclarasen ideas y volviesen al campo dispuestos a buscar la remontada. Félix tuvo una muy buena ocasión para mostrar el camino al poco de reanudarse el choque pero tuvo que esperar hasta el minuto 65 para enganchar a los suyos plenamente al partido al transformar un penalti cometido por Vitra sobre Óscar. Esta acción supuso, además, la expulsión del defensa visitante, con lo que se abría un nuevo partido. El Choco tenía casi media hora por delante para intentar rescatar al menos un punto pero no supo transformar esa superioridad numérica en claras oportunidades para empatar a pesar de su claro dominio hasta el minuto 75.

Además, el Arosa, al contragolpe, tuvo dos ocasiones muy claras para haber sentenciado, dos acciones que llevaron el miedo a las filas redondelanas. Por eso, los visitantes, muy bien plantados sobre el césped de Santa Mariña, pudieron vivir sin excesivos sobresaltos.