El Arosa ha dado un importante paso al frente con la incorporación de Oumar Sidibé. Se trata de uno de los jugadores más destacados en los últimos años y con una trayectoria que concede ciertas garantías de un alto rendimiento vistiendo la elástica arlequinada.

El centrocampista viene de ascender la pasada temporada a Segunda División B siendo uno de los hombres clave en el engranaje del equipo de José Luis Lemos. El cambio de técnico en Barraña, tras la llegada de Fredi Álvarez, ha supuesto la salida de Sidibé del equipo barbanzano como uno de los descartes efectuados. La comisión deportiva del Arosa se mostró hábil para realizarle una oferta al jugador de Burkina Faso nada más conocer que se había desvinculado del Boiro el pasado fin de semana.

A sus 26 años, el jugador africano llegó a España en la temporada 2010/11 para jugar en Segunda B en el Badalona. A la campaña siguiente ya inició su periplo en la Tercera División de Galicia con pasos por el Pontevedra, dos años en el Deportivo B, y los posteriores pasos de un curso por Ribadumia y Boiro.

La nueva incorporación del Arosa ya se entrenó en la tarde de ayer a las órdenes de Jorge Otero y ya podría jugar sus primeros minutos el próximo domingo en el amistoso ante el Unión Grove en Monte da Vila. El entrenador de los vilagarcianos no tiene dudas a la hora de avalar la llegada de Sidibé del que considera que "es un muy buen jugador. Físicamente es muy fuerte y se puede acoplar tanto al mediocentro como a la posición de central".

Otras de las cualidades destacadas por Otero a la hora de analizar a su nuevo jugador son las referidas a su despliegue sobre el terreno de juego, "abarca mucho campo y es muy seguro con el balón en los pies. Nos va a aportar también mucha presencia en el juego aéreo. Es un muy buen fichaje para nosotros".

Sin duda la llegada de Sidibé supone un fichaje muy ilusionante para la parroquia arlequinada. Su papel fundamental en el reciente ascenso del Boiro no pasa desapercibida, al igual que la extraordinaria temporada que un año antes completó defendiendo la camiseta del Ribadumia. Su altísimo rendimiento en A Senra le facilitó la llegada a Barraña donde se convirtió en un ídolo para la afición.