El Salvador Otero vivirá esta tarde una de las citas más esperadas de los últimos años. A las 18 horas comenzará el partido entre el Céltiga y el Gondomar por tres puntos en juego que pueden significar el ascenso real, o en su defecto el virtual, de los de A Illa.

El encuentro encierra muchos condicionantes que aumentan el factor de incertidumbre. El primero de ellos es que el Gondomar aun tiene opciones, aunque mínimas de acceder a la segunda plaza, pero al menos sabe que si quiere jugar la promoción de terceros tendrá que aplicarse ante los de Edu Charlín.

El equipo que tiene la sartén por el mango en materia de ascenso es el Céltiga. El plantel es consciente de que todavía le quedan dos balas para dar en la diana, pero el acuerdo es unánime a la hora de acortar los plazos hacia el éxito con una victoria esta tarde. De lograrla el retorno a Tercera División se haría realidad de manera definitiva si el Unión Grove consigue arrancar algo -con un punto bastaría- del campo del Porriño, tercero en la tabla a tres puntos de distancia de los isleños.

Una cuestión evidente es que los locales no quieren dejar los deberes para una última jornada en la que visitarán al Portonovo. Por ello ganar al Gondomar significaría dejar a expensas de una carambola goleadora poco creíble la posibilidad de perder el segundo puesto. Y es que en caso de empate final entre Céltiga y Porriño, su principal perseguidor, habría que recurrir al balance goleador general de toda la temporada puesto que el particular entre ambos está empatado. En esas los de Edu Charlín llegan a estas últimas jornadas con nueve tantos de renta, una jugosa distancia que parece difícilmente enjugable con solo dos partidos por disputarse.

El hecho de que su rival solo haya ganado uno de sus seis últimos encuentros parece indicar que los gondomareños han bajado su tensión competitiva, pero tampoco el Céltiga está para especulaciones puesto que su último paso por el Salvador Otero deparó una rotunda derrota ante el Valladares.

El aliado está en O Grove

Simplemente con ser fiel a la extraordinaria línea de rendimiento a domicilio de toda la temporada, el Unión Grove se convertiría en el mejor socio posible para que la jornada del Céltiga fuese redonda. Los de Borja Burgos se desplazan al campo del Porriño con el aval de las once victorias conseguidas lejos de Monte da Vila.

Ubicados en una tranquila décima posición, los grovenses encaran las dos últimas jornadas con los deberes hechos pero con la responsabilidad de no bajar la guardia. La posibilidad de ayudar al éxito de un vecino es una cuestión que también motiva a los mecos.