Vilalonga fue ayer una fiesta. La parroquia de Sanxenxo se ha vuelto a convertir en la mayor referencia futbolística del ayuntamiento con más clubes en preferente de la provincia. Tras conocer la derrota del Porriño en Mondariz, los doce puntos sobre el Gondomar, tercer clasificado, certificaban el ascenso matemático a Tercera División con todavía cuatro jornadas por disputarse.

Todos los jugadores, cuerpo técnico y directiva se concentraron en un bar cercano al campo de San Pedro para dar rienda suelta a su euforia después de una temporada realmente espectacular como se refleja en sus 75 puntos obtenidos tras la victoria del sábado en O Couto ante el Ourense.

A la cita también acudieron numerosos aficionados, incluso algunos de los que habían acudido a Mondariz a presenciar el partido que sirvió para certificar una alegría que ya solo era una cuestión de tiempo. Entre ellos estaba la presidenta Lorena González, quien en su primer año al cargo del club, ha conseguido el retorno a Tercera División tras tres temporadas en Preferente.

"No nos esperábamos una temporada tan buena como la que hicimos", señaló una presidenta a la que el ascenso no le impide levantar el pie del acelerador en cuanto a exigencia a la plantilla. Por ello añadió que "ahora toca disfrutar, pero también tratar de ser campeones de liga que es algo para lo que nos queda muy poco también". Concretamente ese primer puesto quedaría garantizado si superan al Marcón en San Pedro el domingo.

A la hora de empezar a encarar la próxima temporada, Lorena González tiene claro que "nuestra primera opción para el banquillo es Antonio Fernández, pero todavía hay que hablar con él y ver si está dispuesto". En cuanto a la plantilla apunta que "no nos vamos a volver locos porque con algunos retoques tenemos equipo para poder pelear por la permanencia".

Lo que más preocupa a la mandataria es "no engordar la deuda del club. Ahora debemos alrededor de 40.000 euros y tenemos que hilar muy fino ahí".