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fútbol - Preferente

El Villalonga quiere apurar los deberes

Los de Antonio Fernández podrían incluso ascender si ganan y el Porriño no lo hace

El equipo celeste no quiere ningún tipo de relajación pese a contar con un importante margen para el error. // Iñaki Abella

El Villalonga adelanta a la tarde de hoy uno de los partidos más importantes de los últimos años. Toca visitar al Ourense (18 horas) en busca de tres puntos que podrían significar el salto a Tercera División si el Porriño, tercer clasificado, no gana mañana domingo al Mondariz.

Curiosamente el encuentro en la ciudad de As Burgas llega justo después de la tercera derrota de la temporada de los de Antonio Fernández, la que se produjo el pasado domingo en San Pedro ante el Unión Grove. Demostrar capacidad de recuperación ante un conjunto situado cómodamente en la octava posición es el objetivo prioritario para un Villalonga que parece titubear ahora que tiene más cerca que nunca la consecución matemática del ascenso a Tercera División.

La línea de rendimiento del Vilallonga descubre que si bien fue capaz de ganar 19 encuentros en las 27 primeras jornadas, en los últimos seis partidos solo ha podido ganar dos encuentros. Esa teórico estado dubitativo no significa que el equipo esté pasando por una fase de ansiedad o nerviosismo. Tanto el técnico como los jugadores apelan a la misma receta que le ha traído hasta un indiscutible liderato.

El hecho de que solo queden quince puntos por disputarse, contando con un colchón de once puntos de renta sobre el tercer clasificado, es un motivo indiscutible para que la afición celeste no caiga en ningún tipo de urgencia. Por si fuera poco, el calendario que le resta al Villalonga incluye a rivales que, en la mayoría de los casos, se han quedado en mitad de la tabla. Un hecho que alimenta aún más el optimismo de cara a la consecución de un objetivo que parece irrevocable.

En el caso de ganar en Ourense y el que el Porriño haga lo propio en Mondariz, la consecución matemática del ascenso podría quedar aplazada únicamente una semana puesto que de superar al Marcón en San Pedro dentro de siete días, se certificaría el retorno a Tercera División.

La dificultad que plantará el Ourense no parece a priori cosa menor teniendo en cuenta que han ganado cinco de los siete últimos partidos disputados. Su estado de forma está fuera de toda duda aunque debería pesar más la cercanía del ascenso y el título que la zozobra clasificatoria ourensanista.

En la convocatoria celeste, que quedó ultimada tras el último entrenamiento celebrado ayer noche, es baja segura el sancionado Santi Padín.

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