Al Club Náutico de Pontecesures parece haberlo mirado un tuerto. El club, que acumula éxitos en la pista, no para de lamentar daños en su material en los últimos meses. La última de esas "desgracias" fue el vuelco del remolque que utilizan para el traslado de las embarcaciones a la altura de Mondoñedo, cuando regresaban del campeonato de España disputado en el embalse de Trasona. Aunque en un primer momento se temieron lo peor, tras realizar un análisis de todas las embarcaciones que viajaban en el remolque, la única con daños importantes ha sido la C-4, una canoa que el club utiliza para las grandes citas y cuyo coste asciende a más de 4.000 euros. A pesar de los daños, el barco es reparable, pero el coste para hacerlo supera ampliamente los 1.000 euros, gasto que se suma a la compra de un nuevo remolque, ya que el que tenían ha quedado inservible.

Este golpe se suma a otros dos que el club ha recibido en los últimos meses. El primero de ellos fue el gripado del motor de la embarcación auxiliar que utiliza el club para supervisar los entrenamientos y garantizar la seguridad de los deportistas, lo que provocó que tuviesen que comprar otro de 15 caballos por 2.500 euros. El siguiente ocurrió hace tan solo unas semanas, cuando regresando de una prueba en el embalse de Verducido, una de las embarcaciones, cuyo coste era de 1.000 euros, acabó cayendo al asfalto.

Estas tres circunstancias han supuesto un serio quebranto para las arcas de un club que, pese a sus problemas de financiación, se ha convertido en uno de los referentes formativos del piragüismo gallego, una afirmación que avalan los resultados de la categoría infantil, campeones gallegos la pasada temporada, y los resultados del pasado fin de semana en Trasona, donde Camila Morison y Raquel Dacosta consiguieron el título de campeonas de España en su primer año como séniors en K-2 1.000. A ese éxito se sumó la clasificación de Morison, en compañía de la grovense Natalia García Naveiro, para el Europeo de esa misma categoría. Por las dependencias que posee en Pontecesures, pasan unos 200 deportistas al año, muchos de ellos de las categorías base y en período de formación. Ante estos reveses, la entidad ha solicitado una reunión con el grupo de gobierno de Pontecesures para pedir ayuda y que el Concello colabore en la reparación del C-4, que debe estar listo para la celebración del Campeonato de España de Jóvenes Promesas, que tendrá lugar en el plazo de un mes.