Que la intensidad es vital en el deporte se puso de manifiesto ayer en Vilaxoán en el duelo de rivalidad comarcal entre San Martín y Unión Dena, partido que se llevó el equipo más necesitado y que fue el que buscó con más ahínco los puntos desde el arranque mismo. Y lo logró con dos goles de Oubiña que finiquitaron el partido en la primera parte ante un San Martín que en la segunda, con el objetivo de la permanencia en el bolsillo, careció de la mordiente necesaria para buscar la remontada.

Desde el arranque mismo el Dena, consciente de lo mucho que se jugaba, salió más metido en el partido, dispuesto a presionar arriba y a buscar el marco rival. Aún así las llegadas a puerta no llegaron hasta el 23 con un disparo lejano de Oubiña que atajó Soto. Pero poco a poco el San Martín empezó a hacerse con el control el balón y, fruto de ello, tuvo en 31 tuvo la mejor ocasión para adelantarse, en un balón que Eliot recibe en profundidad para plantarse en velocidad ante Óscar en el área, pero el meta meañés, rápido en su salida, atajó el esférico.

Perdonó el San Martín pero no lo hizo el Dena en la acción siguiente. Fue en un balón que llegó a Oubiña a la altura de la media luna del área rival, y que tras acomodarse a su derecha, envió a la red de fuerte disparo. Y cinco minutos después, Roberto se adelanta en área en un balón que intentaba despejar Cordal: penalti claro que trasformó Oubiña a la izquierda de Soto. Con el 0-2 se llegaba al descanso y la sensación de que al San Martín le iba a faltar aliciente para la remontada. Y para no dar opción el Dena salió de nuevo en el arranque de la segunda parte metido arriba presionando al San Martín en su campo pero impedirle crear. En el 63 Carlos pudo sentenciar, pero su disparo lo despejó Alex Vila, que había entrado tras el descanso, a córner. Y en el último cuarto de hora, con el Dena ya metido a atrás buscando las contras, los meañeses dispusieron de dos muy claras, pero primero Rubén, tras recibir en Carlos, envió fuera en el 75 cuando encaró franco a Álex Vila, y el 77 Oubiña hizo lo propio con un disparo que se fue alto por poco.