Las frías estadísticas no parecen ponerse del lado del Arosa a la hora de alimentar sus ilusiones respecto a la consecución de la cuarta plaza. A falta de disputarse los últimos 21 puntos de la temporada, lo cierto es que los vilagarcianos han reducido su margen de error a la nada a tenor de lo que indican los números de las últimas veinte temporadas en Tercera División.

Tras los 31 encuentros disputados, el bagaje de los de Piscis hasta la fecha es de 45 puntos. Curiosamente la media de puntuación obtenida por los últimos veinte cuartos clasificados en la categoría es de 66,7 puntos. Esto ofrece una lectura evidente. Y es que incluso sumando por triunfos los siete partidos que restan, los vilagarcianos se quedarían a siete décimas del umbral establecido por la simple matemática.

Afortunadamente, en el fútbol influyen otros muchos condicionantes al margen de lo numérico y posiblemente no sea necesario el ganar todos los encuentros que restan para conseguir esta temporada una presencia en el play-off que culminaría el proceso de crecimiento del Arosa dentro de la categoría en la que es su tercera campaña tras el ascenso de preferente del ejercicio 2012/13. Las variables son muchas, pero está claro que desde la octava posición que ocupan actualmente los vilagarcianos la no solo se depende de sí mismo sino también de lo que hagan los equipos que le preceden.

Curiosamente fue exactamente en la temporada 95/96 cuando se instauró la norma de los tres puntos por victoria. Desde entonces han sido veinte las campañas completadas con un total de veinte equipos en Tercera División. Es por esto que la muestra es totalmente apropiada a la hora de realizar un estudio de las posibilidades de lograr el play-off.

Situándonos en la parte menos exigente de la curva de rendimiento necesario en este tramo final de curso, queda claro también que el Arosa no está para demasiadas alegrías. Teniendo en cuenta que en las dos últimas décadas ningún equipo ha conseguido clasificarse para el play-off de ascenso con menos de sesenta puntos, queda claro que el Arosa en el mejor de los casos necesitaría hacer 15 de los 21 puntos que quedan en disputa para alcanzar unos números dignos de poder entrar en la pelea.

Para más inri solo en una ocasión sucedió que el listón de los sesenta puntos significó la cuarta posición. Fue en la temporada 1999/2000 cuando por aquel entonces el Lalín obtuvo la tan deseada cuarta plaza con 60 puntos. Una liga que fue ganada por el Celta B con 71 puntos. Curiosamente la pasada campaña coincidió con una cuarta plaza de las más "asequibles" de los últimos años. Y es que el Choco solo necesitó 62 puntos para disputar el primer play-off de ascenso de su historia.

La temporada en la que la obtención de la cuarta posición alcanzó el máximo nivel de exigencia fue en la 97/98. Entonces el Betanzos necesitó la friolera de 74 puntos en un año en el que el Compostela B, con Changui como máximo referente, se hizo con el título de manera incontestable con 88 puntos.

Solo en tres ocasiones más se necesitó alcanzar o superar la barrera de los 70 puntos para poder terminar en la zona noble de la tabla. Se da la circunstancia que esas tres temporadas son bastante cercanas. Así en la 2011/12 el Pontevedra fue cuarto con los mismos 70 puntos que el Cerceda que fue tercero. Al año siguiente el Deportivo B, necesitó 71 puntos en un curso en el que el Rácing de Ferrol batió el récord de puntos en Tercera División con 97, superando así los 93 que hicieron campeón al Deportivo B en la 2005/06.

También en la 2012/13 hubo que apretar los dientes. Esa fue la temporada en la que se registró una menor diferencia entre el primer y el cuarto clasificado. El Somozas fue el campeón con 75 puntos mientras que el As Pontes, con 73, terminó cuarto.

Queda claro que los precedentes del Grupo I de Tercera División obligan al Arosa a mejorar considerablemente su línea de resultados para tener opciones reales de alcanzar la pelea por la cuarta plaza, si bien cabe recordar que ese logro no se trata de un objetivo sino de un estímulo más que apetecible.