El Ribadumia volvió a caer en A Senra en un partido en el que mereció algo más, al conseguir plantarle cara a uno de los equipos con más calidad de la categoría, al que superó en varias fases del partido, e incluso, acabó encerrando en su campo en los minutos finales, cuando ya se buscaba a la desesperada el empate. La derrota frena los resultados positivos que el equipo ha alcanzado en las últimas jornadas y que le han permitido alejarse de los puestos de descenso.

Encajar demasiado temprano el primer tanto pasó factura a los locales. Los pupilos de David Sierra tuvieron que remar contracorriente y contra un equipo con mucha calidad como es el Deportivo B con el marcador en contra prácticamente desde el inicio, ya que apenas había pasado un minuto de juego, cuando Juan Otero anotaba el primer tanto visitante en una gran jugada combinativa del ataque herculino. El tanto espoleó a los locales, que entraron en un intercambio de golpes con su rival, con ocasiones sucediéndose ante las porterías que ayer defendían Javi Sánchez y Anxo. El primer golpe lo dio Gabi, cuyo disparo salió rozando el palo, al que respondió Blas con un zapatazo que despejó Javi Sánchez con apuros. El siguiente volvió a ser local, con un robo de balón de Agus cuyo centro no acierta a rematarlo a puerta vacía Changui. La consiguiente respuesta fue de Juan Otero, que le ganó la espalda a los centrales, pero su disparo acertó a desviarlo Javi Sánchez. Todas estas ocasiones se registraron en el primer cuarto de hora. A partir de ese momento, el Dépor B decidió ceder algo de terreno a su rival, y estuvo cerca de pagarlo caro, primero en una ocasión en la que Agus controló muy forzado el balón ante Anxo y no consiguió embocar la pelota, y después, en una gran jugada de Changui, que consiguió plantarse solo ante el meta herculino, pero Quique alcanzó a evitar el disparo con el que el delantero boirense iba a fusilar a su compañero.

De todas formas, la oportunidad más clara para los locales llegó en el minuto 33, cuando Hugo era derribado claramente en el área por Blas. El penalti lo tiró Changui, con paradiña incluida, pero su disparo se fue a las nubes. El delantero boirense no ve puerta desde que anotó su gol 300 y fue homenajeado.

Buscando más mordiente en ataque y músculo en el centro del campo, Sierra dio entrada a Nando y a Mou. La apuesta le salió bien, ya que el primero sería el encargado de igualar la contienda al aprovechar un espectacular pase al hueco de Fran Matos.

Sin embargo, la alegría a los locales les duraría apenas diez minutos, los que tardó en anotar Pinchi. El extremo herculino se aprovechó de una indecisión de toda la defensa del Ribadumia para superar a Javi Sánchez. Aunque el gol subió al marcador, la situación del jugador del Dépor B era muy dudosa, algo que protestaron los jugadores locales.

El tanto fue como un mazazo para el Ribadumia, que comenzó a cometer muchos errores en la salida del balón. En dos de ellos, Juan Otero consiguió robarle la cartera a Miguel Vázquez. El delantero aprovechó su velocidad para plantarse solo ante Javi Sánchez en ambas ocasiones, disparando fuera en la primera de ellas, mientras que en la segunda, prefirió ceder la pelota a Pinchi que disparó alto.

A medida que pasaban los minutos, el Dépor B comenzó a dar pasos atrás. El triunfo le garantizaba a los herculinos la cuarta plaza de la clasificación, por lo que optaron por guarecerse cerca de su área y frenar todas las envestidas del Ribadumia. Estas no fueron muchas, pero además, las que hubo, carecieron de la profundidad suficiente para llegar con peligro a la meta de Anxo. Salvo alguna melé dentro del área, en la que siempre acababa el balón despejado por un defensa visitante, el Ribadumia ya no consiguió crear el suficiente peligro para lograr la igualada.