Ribadumia y Racing Vilalbés disputaron ayer un partido cargado de intensidad, y sobre todo, brega en el centro del campo, algo que no les impidió gozar de algunas ocasiones claras ante la meta rival, sobre todo los locales. El punto deja a ambos equipos un cierto regusto amargo, ya que no les ayuda a acercarse a sus objetivos, pero les sirve para, en el caso de los locales, ver un poco más lejos el descenso, y para los visitantes, mantener intactas las opciones de pelear por el play off de ascenso.

Los locales plantearon un encuentro con las líneas muy juntas y con constantes apoyos en la medular para frenar cualquier pase interior a Sergio Arias y Gerardo, dos delanteros muy batalladores, y sobre todo, muy rápidos. Para frenar esa velocidad, los centrales aurinegros contaban con el apoyo de Borja Peña en la contención, mientras Gabi y Paco se encargaban de crear y nutrir de balones a las bandas y a Changui.

Los visitantes fueron los primeros en golpear a la salida de un córner en el minuto 9. Javi Varela cabeceo de manera inapelable en el primer palo y obligó a Javi Sánchez a lucirse para evitar el tanto. Los locales no conseguían conectar con claridad con Changui, por lo que recurrieron a los disparos lejanos para probar a un Viuski muy inseguro en la tarde de ayer. Lo hicieron Óscar Río y Fran Matos, pero el portero visitante se mostró seguro en ambas ocasiones.

Poco a poco, los locales se fueron haciendo con el mando del partido, buscando, sobre todo, las internadas de Hugo. El extremo le puso un balón espectacular a Changui en el minuto 34, que el delantero cabeceó adelantándose a Viuski, pero el balón se fue rozando el larguero. Poco antes del descanso, el propio Changui tuvo la oportunidad de aprovecharse de un error de Dani García en la cesión atrás, pero se entretuvo demasiado y Muiña le sacó el balón cuando se disponía a fusilar a Viuski.

Nada más regresar del vestuario, el Ribadumia se lanzó a por el encuentro. El primero en avisar fue Pacheco, que en una de sus incorporaciones por la banda, se sacó un centro que acabó envenenándose y rozó el larguero. También Changui pudo meter un tanto de chilena, pero Muiña acertó a cruzarse cuando el balón se dirigía hacia la meta visitante.

La avalancha local se vio frenada en seco por una acción visitante que alertó al Ribadumia de la peligrosidad de los hombres de arriba del Vilalbés. El protagonista fue Iago Blanco, que cogió un balón en el área, pero su disparo envenenado lo sacó Javi Sánchez. Esta acción pareció calmar el ritmo del partido hasta que el portero visitante quiso jugar el balón con los pies. La decisión pudo costarle muy cara, ya que Changui estuvo muy cerca de robarle la pelota. Con los cambios, el Vilalbés ganó algo de profundidad, sobre todo al adelantar Make su posición. Este tuvo una ocasión excepcional para adelantar a su equipo en el marcador, pero, solo ante Javi Sánchez, prefirió ceder hacia su derecha, donde no había ningún compañero acompañando su acción. Cuando el encuentro entraba en su recta final, el Ribadumia gozó de la mejor ocasión. En una jugada coral de toda la delantera aurinegro, el balón acabó en los pies de Agus en el área pequeña, pero el balón se topó con Viuski cuando enfilaba portería.