El Xuven continúa alimentando la que lleva camino de convertirse en su leyenda negra. Los amarillas volvieron a perder un derbi apretado con el Marín, y van seis ocasiones seguidas, pese a disponer en el partido de ayer de la oportunidad de anotar en los últimos instantes. Sin embargo, a falta tan solo de un segundo, la bandeja de Adrián Chapela, estorbado por un colosal Green, no quiso entrar lo que deja al Marín con el camino allanado hacia la LEB Oro.

Los cambadeses se plantaban en el derbi con bajas importantes por lesión y con la imposibilidad de poder alinear a Gelazonia. Pese a ello, no se amilanaron y comenzaron llevando el partido a sus intereses, ritmo, intensidad y muchos ataques. Los pupilos de Miguel Ángel Hoyo pronto se escaparon en el electrónico, con diferencias próximas a los diez puntos, pero no consiguieron romper a Marín por dos cuestiones fundamentales: el dominio del rebote y las faltas. El primero de estos males es algo que se viene arrastrando desde el inicio de temporada y que le ha costado varias derrotas dolorosas al Xuven, mientras la intensidad con la que se empleaban los locales llevó a que en el primer cuarto los árbitros señalasen ocho faltas a los locales y tan solo dos a los visitantes, tendencia que solo varió en el tercer cuarto del partido.

El Marín se mantenía vivo desde la línea de tiros libres, con Pantín aprovechando prácticamente todos los que dispuso y gracias a un excepcional Green, pero en el segundo cuarto despertaron, liderados por Rodgers, y muy pronto le dieron la vuelta al marcador ante un Xuven que peleaba todos los balones pero que acusaba la falta de potencia bajo el tablero, especialmente en el aspecto defensivo.

Sin embargo, la alegría de Marín no iba a durarle mucho, ya que Rodgers no saltaría al campo tras el descanso, aquejado de una lesión de rodilla. El Marín perdió su faro, lo que se unió al despegue de Max Hopfgartner. El alero austriaco estaba realizando un partido sin grandes alardes hasta que en el tercer cuarto, acompañado de Sergi Quintela, anotó 12 puntos que volvían a poner por delante al Xuven y dejaban el partido en un favorable 61-56. El último y decisivo cuarto se inició con muchas imprecisiones por parte de ambos equipos, pero en esa dura pelea el Xuven salió perjudicado, ya que comenzó a pagar las numerosas faltas cometidas. Hasta cinco jugadores locales alcanzaron las cuatro faltas personales. Con 73-72 en el marcador, Sergi Quintela falló un triple con Pantín colgado del aro, y el contragolpe visitante permitió a Noguerol anotar la canasta que daría la victoria. Quedaban nueve segundos, pero Chapela no consiguió voltear el resultado.