Rezan algunos de los cánones del baloncesto que por el dominio de las situaciones en el poste bajo pasan muchas de las opciones de ganar un encuentro. Quizá fue por ahí donde empezaron a resquebrajarse las esperanzas de victoria del Xuven ante el Sammic Azpeitia. Ahí también se fraguó el avasallador dominio de la pareja interior visitante Marcius-Semple. Ambos dominaron el partido a su antojo como hace palpable una producción total de 39 puntos y 25 rebotes.

Con Adjehi Baru en el quinteto titular en su estreno con la camiseta amarilla, el Xuven salió lanzado. Tal fue su arranque que incluso endosaron un parcial de 16-2. Entre el debutante, Max y Orellano, el ataque fluía gracias a una mayor presencia defensiva. Pero fue sentar al marfileño e introducir en el campo a Semple para que la tendencia girase 180 grados. Solo necesitaron de treinta segundos los de Íker Bueno para cambiar las tornas.

Que si un rebote ofensivo, que si una pérdida de balón... El Xuven empezó a perder el norte en su juego y la figura de Marcius, con ocho puntos consecutivos, empezó a crecer con Baru en el banquillo (16-12). Al menos los locales salvaron los muebles en el primer cuarto gracias a un entonado Sergi Quintela.

La vuelta de Baru al campo sostuvo al equipo coincidiendo con una buena fase de partido de Juanchi Orellano (35-30). Tan a gusto se sentía Baru que no dudó en picarse con Marcius haciendo uso de lo que los americanos bautizan como trash talking, o lo que es lo mismo, decirse de todo menos los buenos días. Un taponazo del marfileño hizo incluso que O Pombal corease su nombre sin saber que su aportación se iría diluyendo con el paso de los minutos. Marcius salió airoso del envite.

Aguantó la delantera el equipo de Hoyo hasta mediado el tercer cuarto. Por aquel entonces ya el Sammic tenía el partido en sus manos para nunca más soltarlo (44-45). Su buena defensa le permitió correr una y otra vez. Esa mayor intensidad le permitió ir a la línea de tiros libres una y otra vez y menos mal que su 8/25 final evitó que el partido se rompiese mucho antes.

Las rotaciones también dejaron en mejor lugar a los vascos que nunca bajaron su buen hacer defensivo. A ello se le unía un Marcius en plan estelar. El croata disparó a los suyos en el arranque del último cuarto con nueve puntos seguidos (51-61) hasta completarse un 2-15 de parcial en esos minutos.

El Xuven había entrado en barrena. Incapaz de seleccionar buenos tiros que le permitieran un balance más equilibrado, el Sammic campaba a sus anchas ante un rival desbordado y sin soluciones. Semple castigaba una y otra vez la defensa de sus pares hasta firmar incluso un triple-doble con 18 puntos, 10 rebotes y 10 faltas recibidas. Solo su 3/13 en tiros libres le impidió redondear su tarde, no tan buena para un equipo cambadés que ya pone la vista en la visita al Clínicas Rincón la próxima jornada.