La fortuna, que tantas veces ha sido esquiva al Ribadumia, le sonrió ayer al equipo que entrena David Sierra. Los aurinegros tenían el partido perdido y se lanzaron al ataque en un saque de esquina para tratar de empatar, incluso el meta Javi Sánchez se incorporó al remate en esa última jugada. Pero no fue ninguno de los visitantes el que acabó introduciendo el balón en la portería del Verín, sino que una falta de entendimiento entre Piollo y Lamelas acabó provocando que este último empujase la pelota al fondo de las mallas, permitiendo al Ribadumia sumar un punto que tenía perdido.

Los aurinegros no jugaron ayer un buen partido, por lo menos no al nivel al que están acostumbrados, pero han conseguido sumar en una jornada en la que todos los equipos que se encuentran en la lucha por la permanencia también lo han logrado.

El pésimo estado del campo José Arjiz, muy blando después de las constantes lluvias, marcó el desarrollo del encuentro desde prácticamente el inicio. El césped no permitía al Ribadumia recurrir a su juego de combinación y toque, lo que obligó a los pupilos de David Sierra a entrar en el cuerpo a cuerpo con un Verín mucho más acostumbrado a esas lides. Pese a no desenvolverse en su mejor escenario, los visitantes gozaron de algunas ocasiones en esta primera parte. La más clara fue un disparo demasiado cruzado de Changui que se fue fuera por poco. Al mal estado del césped se unía también la táctica del Verín, una escuadra que acumula mucha gente por detrás del balón y que es muy complicado de superar. Cada intento visitante por acercarse a la meta de Piollo moría en la frontal del área. Faltaba siempre ese último pase, y en la única ocasión en la que Fran Matos consiguió filtrarlo en un pase de la muerte, no encontró rematador.

Los locales recurrían al balón parado para meter en aprietos a la defensa visitante. Precisamente, en una jugada a balón parado llegó el primer tanto. La defensa del Ribadumia consiguió rechazar el saque de un córner, el posterior centro ya no fue despejado en condiciones, y el balón le cayó a Iago Beceiro, que no falló.

A pesar de encajar un tanto sicológico, justo antes de irse al descanso, el Ribadumia dio un paso al frente para tratar de igualar el encuentro. Ese paso pudo costarle caro en varias acciones del Verín que estuvieron cerca de cerrar el encuentro, especialmente un cabezazo que acabó despejando Javi Sánchez cuando la grada ya cantaba gol. En los intentos de acercarse a la meta contraria, los aurinegros reclamaron un penalti cometido sobre Fran Matos.

Cuando el equipo visitante ya daba todo prácticamente perdido y se lanzó a la desesperada para buscar esa última ocasión llegó la jugada desgraciada entre el meta local y su defensa que permite al Ribadumia pescar un punto.

Esa jugada no fue la única mala noticia para el Verín en el encuentro. Iván González tuvo que cambiar a Fran y a Iago Beceiro por lesión, a lo que se sumó el anuncio del presidente del Verín, José Manuel Zubiela, de que abandonaba el club por cuestiones personales.

El equipo de O Salnés permanece en descenso tras este resultado, a tres puntos de distancia de la salvación.