Un parcial de 0-9 nada más comenzar el tercer cuarto acabó con cualquier posibilidad del Xuven en el encuentro que ayer le enfrentó a uno de los mejores equipos de la categoría, el Covirán Granada. Hasta ese momento, los pupilos de Miguel Ángel Hoyo habían plantado cara a su rival, con una defensa seria, aunque sin conseguir frenar la principal sangría que sufre esta temporada, la concesión de demasiados rebotes ofensivos al rival. De hecho, en el primer cuarto, el Granada se hizo con casi la mitad de los rebotes que se registraron en el aro cambadés, una tendencia que se mantendría durante todo el partido, mientras en el lado contrario, esas situaciones se resolvieron con un contundente 33 a 5.

Pese a ir por debajo en el marcador, en el segundo cuarto, los amarillos trataron de imponerse a su rival, llegando a igualar en el electrónico a su rival con un parcial de 5-0 (24-24), pero las alternativas del Granada permitieron a los visitantes llegar con ventaja al descanso.

Sin embargo, nada más regresar de los vestuarios, a los amarillos se les atragantó por completo la férrea defensa granadina, a lo que se sumó la ansiedad por verse por debajo en el marcador, y comenzaron a encadenar errores, tanto en ataque como en defensa, algo que supo aprovechar muy bien su rival, factores a los que se sumó también un arbitraje que, en determinadas situaciones, benefició a los visitantes. Con 30-24 en el marcador, los visitantes realizaron su primer parcial de 0-9 ((30-43), respaldado con una racha exactamente igual que colocaba el marcador en 34-55 que acabó prácticamente con cualquier esperanza local. Los visitantes supieron explotar muy bien su juego interior, en el que volvieron a brillar Jesús Fernández y Duane James, muy bien escoltados por John Schoof y por el ex de los amarillos Berni Castillo. El último cuarto ya no tuvo historia ya que la tendencia siempre fue la de un Xuven intentando meterse en el partido, mientras el Granada dominaba los tiempos del mismo sin ningún tipo de concesión.

Al serio revés del Xuven asistía John Swords, un pívot americano de 2,13 y 23 años que estará a prueba esta semana.