En un partido que invitaba a pensar en la quinta victoria consecutiva del Kemegal Cortegada, la realidad demostró que en esto del deporte de la canasta no se puede dar nada por hecho. Incluso cuando cuentas con una renta de seis puntos a falta de un minuto para terminar. Eso fue lo que le sucedió a las de Rubén Domínguez que, con 66-60, no fueron capaces de evitar que el partido se tuviese que dilucidar en un posterior y fatídico tiempo extra.

Sabía el Celta Zorka que sus opciones pasaban por incomodar una y otra vez cada ataque local. Su inferioridad en centímetros y en experiencia le obligaba a plantear un partido de mucha intensidad y escasas concesiones. Ese ritmo de brega fue imponiéndose en el partido y ni siquiera cuando el partido parecía empezar a tomar cariz local (16-6) las jugadoras de Cristina Cantero alteraron su guión (16-15).

Amy Syll se estaba convirtiendo en el faro que iluminaba el ataque local. A esa dominante presencia cerca de canasta se le unía la veteranía de Amra Dapo, para aportar entre ambas más de la mitad de los puntos de su equipo a la llegada del descanso (28-30).

La escasez de victorias de las visitantes les llevaba a agarrarse como fuera a sus opciones de triunfo. Tanto que el Kemegal Cortegada era incapaz de abrir una mínima brecha con la que alimentar su optimismo. Cada canasta pasó a convertirse prácticamente en un triunfo en un farragoso tercer cuarto. Las pérdidas de balón y el excesivo contacto en cada defensa dejaban poco espacio al lucimiento en Fontecarmoa.

El decorado obligaba a hacer entrada en escena a jugadoras capaces de generar mínimas ventajas en el uno contra uno. Ahí fue cuando surgió la figura de Alejandra Nogueira. Bien sujetada Amy Syll gracias al extraordinario trabajo de las interiores visitantes, fue la base la que sostuvo a su equipo en el marcador.

Ese carrusel de escasas rentas se mantendría hasta la conclusión. Sería a falta de cuatro minutos cuando las cosas empezaron a decidirse (60-53). Fue entonces la muñeca de Laura Alonso, con dos triples, la que insufló oxígeno a su equipo. Pero ya a falta de un minuto para la conclusión de los cuarenta reglamentarios la victoria del Kemegal Cortegada parecía prácticamente un hecho.

Ese 66-60 fue respondido por el Celta Zorka con la concatenación de jugadas mezcla de fortuna y fe. Primero una recuperación de balón y luego una canasta de Marta Canella con adicional. Así con 66-64, las viguesas capturan el rebote de ataque y Ángela Coello anota un tiro de media distancia para empatar. Las locales desperdiciaron los últimos 21 segundos y el partido se fue a la prórroga.

Como no podía ser de otra manera la emoción superó al baloncesto en el suplemento. A falta de un minuto (72-73) el Celta supo jugar sus bazas. Eso y alguna concesión local en la defensa, hizo que el partido se fuese decantando (72-77). No era un partido para rendirse y las de Rubén Domínguez no lo hicieron, pero un nuevo rebote de ataque tras tiro libre de una decisiva Cristina Salinas, sumado a una última canasta más adicional de Iria Varela terminó por dale la victoria a un equipo visitante que nunca se rindió obteniendo premio a su perseverancia.