Además de los tres puntos para los locales, el duelo entre el Ribadumia y el Silva dejó la agradable noticia de la enorme actuación completada por Julio Rey. El habilidoso mediapunta vilagarciano completó un encuentro a la altura de las expectativas que se generaron con su fichaje. Una asistencia, un gol, pero sobre todo una implicación absoluta en las soluciones ofensivas y defensivas, le convirtieron en el más destacado del choque ante los coruñeses.

Tras su paso por los juveniles del Espanyol de Barcelona, con cesión al Pobla de Mafumet en diciembre de la pasada temporada, Julio rescindió contrato con los "pericos" para llegar a un acuerdo con el filial del Deportivo de A Coruña. Allí un tweet de cuatro años atrás fue utilizado como arma arrojadiza contra el jugador que terminó sin llegar a vestir la camiseta blanquiazul. Tras una fase de indefinición en cuanto a su futuro, Rey firmó con el Ribadumia a donde llegó son hacer la pretemporada.

El disputado ante el Silva fue su segundo partido como titular en las filas aurinegras, "me encontré muy a gusto porque además jugué en la posición que más me gusta. Jugar por dentro me da mucha libertad de movimientos y me siento muy cómodo". La evidente alegría del jugador tras meses sin demasiada participación le llevó a considerar que "estaba con unas ganas enormes. Me había mentalizado toda la semana porque había bajas y sabía que podría jugar".

Acerca de su continuidad en el once del equipo de cara al encuentro del sábado en Negreira, el centrocampista considera que "trabajo en cada entrenamiento para ponérselo difícil al entrenador. Yo estoy con una ilusión enorme, pero también es verdad que decide el entrenador. Mi responsabilidad es la de intentar estar lo mejor posible por si me elige para jugar".

Tras superar momentos duros el pasado verano con su accidentada salida de A Coruña, Rey reconoce que ante el Silva volvió a sentirse futbolista, "me entrenaba cada día, y sigo haciéndolo, con tranquilidad. Solo preocupado por lo que yo podía dominar que era el estar preparado lo mejor posible por si el entrenador me daba la alternativa. El haberlo hecho bien me ha ayudado mucho".

La intensidad a la que se aplicó Rey incluso le llevó a pedir el cambio a la hora de partido, "me vacié en el campo y al no estar con ritmo se me subieron los gemelos", apunta un futbolista que tiene claro que su mejor punto de forma llegará si puede acumular minutos con regularidad.

El optimismo respecto a la situación del equipo también es nota característica en la valoración del vilagarciano, "la segunda vuelta es muy larga y somos capaces de ganar a cualquiera".