- ¿Cómo nace el interés por convertirse en árbitro?
- Pues nace por los antecedentes familiares. Tengo dos tíos y un primo que ejercen como árbitros y verlos a ellos acabó motivándome para convertirme en colegiada. Cuando cumplí los 12 años convencí a mis padres para que me llevasen al Colegio de Árbitros de Galicia. El primer año fui asistente y al siguiente ya comencé a dirigir como árbitro de fútbol 7.
- Es la primera vez que se va a formar un trío arbitral íntegramente femenino ¿No va excesivamente lenta la integración de la mujer en el mundo del fútbol?
- Es una experiencia que nunca se ha registrado en Galicia. Considero que se trata de un primer paso hacia esa integración y lo veo muy importante porque será el primero de muchos otros tríos arbitrales integrados por mujeres en esa categoría, y espero que en el futuro, en otras superiores. La integración va un poco lenta, pero también porque la entrada de las mujeres en el mundo del arbitraje ha sido un poco tardía, pero creo que estamos rindiendo a un nivel alto y ganándonos un lugar en este mundo.
- ¿Ser mujer conlleva que se le juzgue con más severidad que a un hombre?
- Hay momentos en que afecta de forma positiva, ya que mucha gente muestra una mayor consideración a la hora de facilitarte las cosas, pero hay otros momentos muy duros, en especial en el campo de los insultos. No se meten contigo tanto por las decisiones que puedas adoptar como árbitro, sino por el hecho de ser mujer.
- Recientemente una joven anunció su decisión de dejar el arbitraje por los insultos que recibía. ¿Se ha encontrado con situaciones similares?
- Si. Todos hemos tenido momentos en los que el público se ha cebado contigo y esas malas intenciones dan ganas de abandonar, pero también resultan un incentivo para demostrar a toda esa gente que utiliza el insulto que tenemos derecho a estar donde estamos, no solo por ser mujeres, sino porque somos árbitros.
- ¿Le gustaría llegar a ser la primera colegiada que dirige un partido en 1ª División?
- ¡A quien no le gustaría llegar a lo más alto! Por soñar y por esfuerzo no va a quedar, aunque todavía me queda mucho camino por recorrer hasta alcanzar ese objetivo.
