El Villalonga se ha hecho acreedor del pase a la final de la Copa Diputación. Los de Antonio Fernández se mostraron como el equipo más sólido de la parte del cuadro que incluía a los conjuntos de la zona norte de Pontevedra. La muestra está en que fueron capaces de apear en su camino a los dos clubes salinienses de Tercera División: Arosa y Ribadumia.

Los locales sabían que sus opciones pasaban por imponer una alta intensidad en su juego para evitar que los visitantes emplearan su mayor calidad. Tal fue la puesta en escena de los celestes que solo necesitaron de ocho minutos para ponerse por delante en el marcador. Fue por mediación de Paco quien resolvió a la perfección un mano a mano ante Javi Sánchez.

El cambio de decorado obligó al Ribadumia a echarse hacia la portería rival. Padín no tardó demasiado en disponer de una gran oportunidad, pero Berto le ganó la partida. No lo hizo ante Changui poco después. Sin embargo el tanto del máximo realizador de Tercera División no subió al marcador por dudoso fuera de juego.

Pese a no contar con el dominio del juego, lo cierto es que el Ribadumia era el que disponía de las mejores ocasiones para marcar. Incluso pudo hacerlo por dos veces antes del descanso, pero Adrián se cruzó por dos veces en la trayectoria del balón a la portería.

Con el marcador en ventaja, el Villalonga cedió terreno. La apuesta estuvo cerca de suponerle el 2-0, pero Paco no estuvo igual de fino que en la acción del gol. Changui hizo poco después el empate al aprovechar un error de Berto y todo quedó abierto para el tramo final. El Ribadumia trató de evitar los penalties e Isma tuvo dos situaciones para ello, pero no acertó.

En el desempate los errores de Padín y Fran Matos dieron el pase a la final, aún sin fecha, a un Villalonga que se medirá al Choco.