El Pontevedra no tiene piedad del colista

El Pontevedra se da un recital en casa del Bertamiráns y le endosa ocho goles. Desde el primer minuto de partido los visitantes se mostraron muy superiores y poco pudo hacer el combinado local para frenar las continuas embestidas del líder.

El Bertamiráns dependía en exceso de los balones largos y no encontró segundas jugadas que llevarse a la boca. Coria apenas tocó balón. En poco tiempo probaron fortuna Kevin Presa y Pablo Carnero en dos ocasiones, y Jorge Rodríguez vio como le anulaban un gol por controlar la pelota con la mano. El primer tanto del encuentro llegó a balón parado, un centro de Mouriño al que intentó llegar al remate Pablo Carnero. Lo marcaba Ánder, que también tocó el balón antes de que acabase en el fondo de la red.

El desequilibrio en el marcador no cambió el tono del choque. Los goles fueron llegando sin que los locales encontraran respuesta. Fue clave Carnero en el movimiento entre líneas ya que un gran pase suyo habilitó en el área a Jorge Rodríguez para acabar con su enfado con el gol y batir a José en una buena vaselina. Mouriño, otro de los destacados, marcaría el tercer gol antes de enfilar el camino a los vestuarios después de ejecutar una falta en la línea de área, colocando el balón a media altura que entraría por el palo izquierdo del portero. La segunda parte fue una locura.

El Bertamiráns se hundió en su campo y acabó intercambiando golpes, totalmente descosido. El conjunto granate, que pudo encajar varios tantos en contra, le hizo un roto histórico. Jorge Rodríguez anotó dos goles prácticamente consecutivos y muy similares, en los dos tantos recogió el balón tras dos remates. Los rojillos no tuvieron piedad y humillaron al colista del grupo.