David Bemposta, joven nadador de Meis e integrante del Club Natación de Vilagarcía, corre el riesgo de quedarse sin acudir a una de las citas más importantes de su modalidad deportiva, el Mundial de Salvamento y Socorrismo que se disputa en la ciudad francesa de Montpellier entre el 12 y el 28 de septiembre. El motivo no es otro que la falta de financiación para hacer frente a los 4.000 euros que cuesta el desplazamiento

El joven no ha dudado en comenzar a llamar en todas las puertas, desde empresas privadas hasta administraciones públicas como la Diputación de Pontevedra, al Concello de Meis -del que es vecino- y al Concello de Vilagarcía -donde entrena habitualmente-, hasta el momento sin resultados positivos.

Con un importante número de títulos y competiciones a sus espaldas a nivel autonómico y nacional, el joven, de tan solo 18 años, ha hecho frente a todos los gastos gracias a la implicación de la familia, pero la capacidad de esta no es ilimitada, por eso decidió buscar el patrocinio en las administraciones, sobre todo porque va a competir en un mundial en el que tiene muchas opciones de realizar un buen papel, lo que significaría una importante promoción para los dos Concellos en cuestión y para la provincia.

Hasta el momento ha sido la familia la que ha asumido todos los gastos de los desplazamientos, desde los que hace cada día hasta la piscina de Vilagarcía para someterse a un duro entrenamiento que le ha reportado esta posibilidad que, sin patrocinios, puede esfumarse sin remedio.

"Si no encuentro un patrocinador, sea público o privado, no creo que pueda acudir" a una competición que se disputa entre el 12 y el 28 del mes de septiembre y que va a reunir a los mejores del mundo en esta especialidad. La cantidad que necesita para desplazarse hasta la localidad francesa de Montpellier ronda los 4.000 euros, una cifra a la que en estos momentos no puede hacer frente si no es con el respaldo de alguna administración o entidad privada.

El joven pertenece a la disciplina del Club de Natación Vilagarcía y se proclamó el pasado mes de julio como subcampeón nacional júnior en la prueba de Oceanman que se disputó en la playa de Orzán, en A Coruña, un logro que le abrió las puertas del mundial. El Oceanman es una de las pruebas más duras ya que ya que combina nadar, carrera con tabla de salvamento, carrera con ski-surf y culmina con una carrera a pie por la playa hasta llegar a meta.