El partido por el tercer y cuarto puesto entre Real Madrid y Fútbol Club Barcelona se convirtió en el aperitivo perfecto para lo que luego sería una grandísima final.

Una canasta de Íñigo Pérez a falta de 17 segundos terminó por convertirse en la que le dio la victoria a los blancos por 54-55. El equipo azulgrana dejó escapar una renta de diez puntos (48-38) con la que inició el último cuarto.

La presencia física debajo de los tableros de Usman Garuba, jugador todavía en edad alevín, fue uno de los soportes de la remontada blanca. Sus 15 rebotes en solo 22 minutos dejan a la luz su proyección.

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