El Céltiga está muy vivo. Eso pese al costalazo que se dio con el empate cosechado en el Salvador Otero ante el Barbadás. Fue un mal giro del destino el que privó a los de A Illa de conseguir un premio que se habían trabajado con merecimiento durante 85 minutos de juego. Sin embargo, el empate a dos definitivo supuso un desenlace demasiado cruel.

Fueron los de Manuel Núñez los que dominaron el partido sin fisuras. Mostrando todas esas cualidades que le han acompañado en los últimos dos meses de competición y que se han traducido en seis jornadas puntuando de manera consecutiva. Los goles de Unai y Juanito sirvieron para plasmar en el marcador los méritos de los rojiblancos, que incluso desperdiciaron ocasiones para apuntillar a su rival, pero todo cambió en unos cinco últimos minutos fatídicos.

Una acción individual de los ourensanos terminó en un medido centro que Jorge mandó de cabeza al fondo de la red. Poco después Eugenio la volvió a tener, pero su remate lo repelió el poste. Y en una nueva acción se pasó de lo que pudo ser el 3-1 al 2-2 en una desafortunada jugada de la defensa isleña a solo un minuto de cumplirse el tiempo reglamentario.

Pese a la difícil digestión del resultado, el Céltiga tiene muy claro que la valoración del desarrollo de la jornada vuelve a ser positiva. La derrota del Dorneda ha servido para recortar en un punto la distancia respecto a los puestos de permanencia. Ahora son cuatro los puntos que separan a los de Manuel Núñez de un objetivo que al término de la primera vuelta parecía inalcanzable. El mejor dato para reflejar las razones de su esperanza es el que descubre que en las ocho jornadas que se han disputado de la segunda vuelta, los de A Illa ya han conseguido los mismos doce puntos que en toda la primera vuelta.

Con el buen presagio que dan los últimos resultados, el Céltiga ya prepara el partido que el próximo domingo le llevará al campo del Bergantiños. La penúltima posición que ocupan los de Carballo, convierten la cita de As Eiroás en una auténtica final para los dos equipos. Las cuatro derrotas consecutivas por las que atraviesan los coruñeses hablan de la mejor dinámica de un equipo isleño al que le restan once jornadas por delante para lograr la hazaña.

Peor le fueron las cosas al Villalonga en su visita al Betanzos. La derrota por la mínima se fraguó en una acción a balón parado mal defendida por los de Julián Ferreiro que sirvió para establecer el 1-0, a la postre definitivo en un duelo marcado por la falta de fútbol ofensivo.

El tropiezo celeste cobra mayor trascendencia al producirse ante un rival directo como es el Betanzos. Ahora, con estos tres puntos, la distancia entre ambos se instala en los cinco puntos. Además, el resultado mantiene a los de San Pedro en posiciones de descenso directo. La lectura positiva radica en que la distancia respecto a la superficie de la clasificación sigue instalada en un punto.

La derrota en Betanzos ha hurgado en la herida abierta del Villalonga cuando juega lejos de San Pedro. Cabe recordar que la única victoria conseguida a domicilio en lo que va de temporada se produjo en la segunda jornada de liga ante el Órdenes (0-1). Desde entonces el balance ha sido de cuatro empates y ocho derrotas, datos que sitúan a los celestes entre los peores equipos a domicilio.

La próxima jornada depara otro difícil escollo para los celestes. Tanto es así que por San Pedro pasará un Deportivo B que, instalado en la cuarta posición, está en las antípodas de la situación de los de Julián Ferreiro. Intentar dejar la puerta a cero, algo que el Villalonga no consiguió en las catorce jornadas anteriores, será el primer objetivo a alcanzar ante uno de los equipos más realizadores de la competición.

En otro orden de cosas, la junta directiva hará efectivo el pago de la deuda contraída con los jugadores de la pasada temporada. De solventar el pago de una cantidad cercana a los 10.000 euros, la directiva presidida por José Miniño ya podrá tramitar la licencia federativa de Julián Ferreiro. De este modo, el técnico ya podrá sentarse en el banquillo para dirigir a su equipo ante el filial deportivista.