La visita del Arosa al campo de As Gaiandas se ha convertido en el último tren hacia el ascenso del equipo vilagarciano. Si bien es cierto que quedarían todavía 33 puntos por disputarse las posibilidades de que los vilagarcianos alcanzasen las dos primeras plazas se reducirían a la mínima expresión en caso de salir derrotados del feudo del Gondomar.

Si bien el mensaje de Piscis no da lugar a ningún tipo de cábalas, en el seno del vestuario arlequinado son muy conscientes del carácter definitivo que tienen los tres puntos en el coliseo del segundo clasificado, un equipo del que actualmente le separan siete puntos. En este sentido, la dinámica del equipo vilagarciano ayuda a pensar en positivo aunque existen razones de peso para afrontar el partido como una de las citas más importantes de la temporada.

El conjunto entrenado por Marcos Montes pasa por ser el mejor equipo de la competición ateniéndonos a los partidos como local. Los números del rival del Arosa en As Gaiandas son sencillamente espectaculares. Como muestra es que han conseguido 29 de los 50 puntos que ostentan al calor de sus aficionados.

Por si fuera poco, el Gondomar no ha perdido en su campo en sus diez últimas comparecencias. Su balance en ese periplo es de nueve victorias por un único empate. Solo el Ribadumia fue capaz de arrancar un punto en As Gaiandas desde el mes de septiembre. Incluso han podido encadenar siete victorias de modo consecutiva a la espera de recibir al Arosa.

El potencial ofensivo que tendrá que mitigar la defensa de Piscis también es harina de otro costal. La cifra de 56 goles totales del Gondomar tiene su principal base de sustentación en los partidos que juega en su campo. Tanto es así que 36 de esos 54 goles fueron conseguidos como locales. En su campo se han producido algunas de las goleadas más abultadas del ejercicio. Algunas de las víctimas fueron el Ponte Ourense (7-1), Estradense (5-0), Marín (4-0) o Unión Grove (4-0). En el plano individual, Breixo, con trece tantos, Gonza y Víctor Trejo, con ocho y seis respectivamente, son los máximos referentes goleadores de los del Val Miñor.

Otra dificultad añadida estriba en la derrota que vienen de sufrir los gondomareños en su último partido en Mondariz (3-1), factor que contribuirá a potenciar su estado de alerta.

El orden defensivo y la disciplina táctica serán las dos premisas fundamentales de los vilagarcianos en un partido que puede servir de punto de inflexión.