El Celta merodea por Alemania. A su estilo, sin alharacas, buscando gangas o adquisiciones interesantes que se le hayan escapado a los grandes inversores. Dos nombres han trascendido: el central paraguayo Cáceres y el centrocampista suizo de origen gallego Ricardo Cabanas. Son en ambos casos fichajes sin concretar, cosa de los papeles, pero que prueban que desde Vigo también se puede llegar hasta Alemania.

La Copa del Mundo, en principio, sólo debía afectar al Celta por lo que conlleva de ralentización del mercado. No es un vivero al que puedan acudir los celestes con alegría. El Mundial funciona muchas veces como escaparate engañoso (tantas figuras de cuatro partidos se deshincharon después) y sobre todo inflacionario. Exige cantidades que se salen del margen de maniobra permitido por la situación financiera del club.

Pero Félix Carnero no renuncia a intentarlo. Entre tanto jugador, tanto representante y tanto directivo su fino olfato puede descubrir lo bueno, bonito y barato que se quiere. Carnero creyó encontrarlo en el central paraguayo Cáceres, que está siendo uno de los defensas sólidos del torneo pese a la rápida eliminación de su combinado nacional.

El rival en esta pugna es el Espanyol, que también se ha fijado en que Cáceres ha cumplido su trabajo y el del veterano Gamarra en los dos encuentros iniciales. Desde Barcelona reconocen que el Celta tiene ventaja. Parece dispuesto a apostar más fuerte que ellos por el zaguero. Pero hay un problema que obstaculiza la operación: el pasaporte.

Cáceres no tiene pasaporte comunitario ni posibilidad de conseguirlo a corto plazo pese a que así se había dicho al principio. El Celta tiene cubierto su cupo foráneo con Baiano, Contreras y Roberto. Al pivote se le puede ceder, igual que a Vela, pero en Praza de España prefieren reservarlo para alguna contratación de más fuste. Cáceres, de esta forma, estaría a la espera de la venta de Contreras o de otra clase de solución.

Lo de Ricardo Cabanas es información de la prensa alemana que el Celta no confirma. Aunque sí es cierto que la familia del pivote, originaria de Carral, ansía que el chico juegue en Galicia y propone esta opción a los celestes cada verano. Cabanas ha vivido el descenso del Colonia, donde estaba cedido por el Grasshoppers, y posiblemente su traspaso no resultase excesivo, si bien sí parece disfrutar de una buena ficha. En todo caso, no es una opción predilecta en estos instantes para reforzar la medular. Aunque Suiza, donde ejerce de cacique, promete ser una de las sensaciones del Mundial y el verano será muy largo y con meandros.